Sandra Plasencia Carballo es estudiante de primero de Física en la Universidad de La Laguna que este año participa por tercera vez en el Musical.IES. La cita tuvo lugar el 2 de abril cuando la joven, vestida de rojo, representó un solo de Something’s Gotta Hold On Me en compañía de un grupo de baile.
Pese a no estudiar ya en el instituto, la futura física ha podido continuar actuando en este espectáculo gracias a su participación activa en el Coro Juvenil del Auditorio de Tenerife y cuenta en una entrevista a PERIODISMO ULL lo que significa esta experiencia para ella.
¿Te cuesta compaginar las clases con los ensayos? “Generalmente no, pero a pocas semanas del estreno los ensayos son prácticamente a diario y durante muchas horas, por lo que es difícil estudiar y hay que saber aprovechar los espacios libres entre ensayos. Por otro lado, creo que estudiar una carrera que te apasiona y disfrutar tanto de las artes escénicas como lo hago facilita mucho la tarea. Con organización, esfuerzo y ganas todo se puede compaginar, sobre todo, teniendo en cuenta que los profesores nos habilitan una sala de estudio para que podamos concentrarnos en los huecos libres».
¿Por qué decidiste continuar participando en el Musical.IES aún tras dejar el instituto? “En un principio no tenía pensado continuar, al haber terminado esa etapa estudiantil y comenzar la universidad tenía miedo de no poder compaginarlo todo. Sin embargo, subirse a un escenario engancha, la experiencia de participar en Musical.IES es increíble y se echa mucho de menos cuando no formas parte de él. Como colaboro en el Coro Juvenil del Auditorio de Tenerife podía seguir participando y cuando vi que Roxana Schmunk (directora de ambos proyectos) estaba organizando la nueva edición del musical, no pude resistirme a volver».
¿Nunca has pensado en dedicarte a la música? “Por supuesto, ese ha sido mi sueño desde que era pequeña, pero lo veía muy lejano. Gracias al musical he aprendido a interpretar, a tener presencia escénica, a saber moverme por el escenario y a modular adecuadamente mi voz para dar lo mejor de mí. Este proyecto me ha enseñado y animado a perseguir mi sueño y a día de hoy creo que estoy más cerca de cumplir mi objetivo de dedicarme a la música o, en su defecto, al teatro musical. Al principio la idea de los musicales y el teatro no me llamaban mucho la atención pero con el tiempo la idea de actuar en Broadway me hace cada vez más ilusión. Al fin y al cabo, ¡soñar es gratis!”.
¿Crees que a nivel profesional el proyecto está bien llevado? ¿Qué le aporta a sus participantes? “Solo aquellos que lo hacen saben lo difícil que es montar un espectáculo multitudinario como este desde cero con talleres en los institutos. Creo que a los participantes nos aporta una experiencia que ni muchos de los mejores artistas de las Islas tienen la oportunidad de vivir, que es subirse al escenario de la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. Todo esto lleva un trabajo y una preparación detrás, como pueden ser clases de Interpretación, Canto y Baile que el proyecto nos proporciona impartidas por profesionales de forma gratuita, para que todo el mundo tenga acceso a ellas».
¿Qué opinión te merece el equipo del proyecto? «La verdad es que las personas que se implican son maravillosas. Tanto los profesores, como las personas de Producción y Realización, como los que se encargan de las redes sociales y otros muchos profesionales con los que los alumnos no tenemos relación directa son los que crean un ambiente muy cómodo y agradable. A parte de esto, lo mejor para mí es la gente. He conocido a personas maravillosas y me llevo muchísimos amigos que comparten mis aficiones y sueños».
«Un proyecto para universitarios sería el avance profesional para jóvenes en las artes escénicas que hace falta en esta isla»
¿Cuál es el mejor recuerdo que te llevarás de tus años participando en el musical? “Sin duda me llevaría los momentos previos a salir, las horas de nervios y risas con los compañeros, cantando y tocando la guitarra en camerinos. Durante estos años he vivido toda clase de momentos divertidos y es difícil destacar uno en particular. Ha habido muchos tropezones con focos y cables antes de salir a escena y algún que otro pantalón o camisa fuera de su sitio de tanto movimiento en las coreografías. Con tantos nervios e ilusión solemos volvernos algo más patosos de lo que normalmente somos y esas situaciones relajan bastante la tensión”.
¿Cómo fue el día del estreno? ¿Superó tus expectativas? “Lo cierto es que fue mucho mejor de lo que me esperaba, no hubo grandes fallos ni imprevistos y todos mis compañeros estuvieron increíbles. He tenido mucha suerte de poder actuar con personas afines a mí delante de un público tan agradecido. La sensación de subirse a un escenario y ser estrella por unos instantes es algo imposible de explicar con palabras. Todos brillamos de una manera diferente y especial y, en conjunto, creamos un espectáculo maravilloso que supera con creces las expectativas que se pueden tener de unos jóvenes sin experiencia».
Víctor González
Por otro lado, Víctor González de Castro también responde algunas preguntas sobre su experiencia en el musical. Él es estudiante de segundo de Periodismo en la Universidad de La Laguna y formó parte del elenco de esta exhibición durante dos años, pero al pasar a otra etapa estudiantil tuvo que abandonar el proyecto.
¿Qué te aportó la experiencia? “La experiencia te aporta muchísimas cosas. El profesorado es espectacular y haces bastantes amistades, porque tanto tiempo juntos en los ensayos forma bonitos vínculos. Te aporta también valores como el esfuerzo y la superación, hay días en los que no sale nada y al día siguiente sigues trabajando y sale perfecto y ahí es donde se aprecia que hay que continuar con perseverancia. Aprendes que el trabajo se recompensa y que a veces solo es cuestión de paciencia. Obviamente adoptas unas pautas a nivel vocal y artístico, pero yo pienso que este proyecto proporciona cosas intangibles mucho más importantes que lo estrictamente técnico».
¿Seguirías si la edad te lo permitiera? “Ojalá. Mi primer año participé a tiempo completo y lo di todo de mí, fue una de las mejores decisiones de mi vida. El segundo año me fue más complicado por cuestiones ajenas al musical y aún así Roxana siempre me dio otras opciones para sentirme partícipe del espectáculo. Siempre le voy a estar agradecido a ella y a todo el equipo que conforma por permitirnos vivir esta experiencia».
¿Apoyarías un proyecto similar para los alumnos de la ULL? “Todo proyecto de este tipo, sea al nivel que sea, debería ser apoyado. Te forma académicamente, pero además te da una experiencia de vida. Opino que una iniciativa similar a nivel universitario debería ser más profesionalizada para que tenga repercusión a nivel nacional y se vea el talento que hay en la Isla, que muchas veces está infravalorado».