Melani Olivares comenzó desde muy joven en el mundo de la interpretación pero logró su máximo reconocimiento con su papel en la serie Aída. A lo largo de su carrera ha participado en proyectos como Pérdida, La reina del pueblo o Donde caben dos. En los últimos meses ha recorrido los teatros del Archipiélago con Comedia sexual de una noche de verano. Tras su paso por el Teatro Leal, el pasado sábado, 9 de abril, la obra comienza su gira en el resto de España.
¿Qué significa el teatro para usted? ¿Le da más libertad que grabar una serie o una película? «Es muy importante para mí. Empecé haciendo teatro, monté una compañía y empecé a girar con ella. Años más tarde comencé a trabajar y a actuar con otras productoras. Respecto a otros proyectos audiovisuales es completamente diferente, no tiene nada que ver. Requiere una técnica distinta, tiene un comienzo, un desenlace y te permite pasar por una curva emocional con tu personaje».
¿Qué va a encontrar el público en Comedia sexual de una noche de verano? «Es una obra muy divertida en la que se presentan unas cuestiones a nivel sexual y de relaciones de pareja que nos hacemos todas las personas continuamente. La función está basada en 1920 y ya ahí tenían esas preguntas sobre si existe el amor sin sexo o sobre si está bien tener amantes. Creo que quienes vengan a vernos va a pasar un rato estupendo y van a salir del teatro replanteándose muchas cosas. ¡Animo a que vengan con sus maridos y sus mujeres!».
¿Cómo es su personaje en la obra? «Interpreto a una mujer que durante el desarrollo de la obra tiene una gran evolución. Comienza estando bastante consternada y deprimida ya que lleva un año sin hacer el amor con su marido por varias razones. Durante el desarrollo de la trama la gente verá por qué no puede y qué le pasa realmente».
«No he podido enfrentarme a un nuevo proyecto sin haber hecho el anterior»
En la obra participan caras conocidas como Iris Díaz o Mingo Ruano. ¿Cómo ha sido trabajar con el reparto? «Ha sido genial compartir esta experiencia con todo el elenco, tienen muchísimo talento y me han acogido súper bien, ha sido un gusto muy grande».
¿Cómo ha sido el encuentro con el público canario? «Ha habido muy buena relación. Actuar en Canarias es una maravilla, me da mucha pena irme pero tenemos que seguir con la función girando en la Península, que también allí la gente quiere verla».
¿Tras la gira peninsular volverán a las Islas? «No sé si regresaremos a Canarias. Por ahora estrenamos en Zaragoza, luego iremos a Granada, al Festival de Donostia en la Semana Grande y a partir octubre comenzamos temporada en Madrid. También habrá más funciones, pero la cabeza no me da para más. Ja, ja, ja…».
Ha participado en muchos proyectos, ¿Le guarda especial cariño a alguno? «Llevo más de treinta años en el mundo de la interpretación y no creo que haya podido llevar a cabo ningún trabajo sin hacer el anterior. Le tengo mucho cariño a todos y estoy muy agradecida a las personas que me contratan para hacerlos».
«La cultura nos enriquece como sociedad»
¿Cree que la política de nuestro país le da la importancia que merece al sector cultural? «En general no. La gente quiere ver teatro, espectáculos y conciertos. Por tanto se debe impulsar más el sector desde el Gobierno ya que la cultura nos enriquece como sociedad».
A lo largo de su carrera ha dado vida a mujeres muy diferentes entre sí. ¿Hay alguna que le quede por hacer? «Todas las que no he hecho aún. Por ejemplo, me encantaría interpretar el personaje de Blanche DuBois de la obra Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams».
¿Cuál ha sido su mayor aprendizaje de todos estos años como actriz? «En mi evolución personal me ha ayudado a poder ponerme en el lugar de la otra persona y no prejuzgar a los demás. Además, he aprendido mucho de todas las personas con las que he trabajado, ya no solo de profesionales de la interpretación que se han cruzado en mi camino y admiro profundamente, sino también de todo el equipo que hay detrás y que no se ve».