«Con dieciséis años le dieron un fusil. Esperó a los tanques israelitas detrás de una pared de su colegio, convertida en trinchera. Le acompañaban dos amigos. Cuando los tanques llegaron, él y sus dos amigos soltaron el arma. Saltaron el muro. A uno le alcanzó una bala. Se quedó en ese muro». Así narraba Marwan Abu-Tanouh uno de los últimos días de su padre en Palestina, tiempo antes de huir a España. El cantautor madrileño y el escritor Benjamin Prado compartieron esta y otras historias en el Espacio Fundación CajaCanarias de Santa Cruz durante la noche del miércoles 20 de noviembre.
Las puertas ya estaban abiertas dos horas antes. Cuando quedaban treinta minutos para que comenzara el coloquio, la organización del Espacio Cultural Cajacanarias tuvo que habilitar una sala contigua, que también se llenó. El público se limitó a escuchar atónito, casi hipnotizado. Mientras tanto, los artistas discreparon en opiniones y se repartieron elogios el uno al otro. Todo esto, lo intercalaron con la literatura: Marwan interpretaba canciones y Benjamin Prado recitaba poemas.
Discutieron acerca de en el papel que ambos otorgan a la cultura en la sociedad. Abu-Tanouh apuntó que esta hace referencia al «altavoz» que cualquier artista tiene para denunciar las injusticias sociales. Prado, por su parte, consideró al uso del arte como algo más global, que sirve para entretener y evadir. «Espero que durante esta charla todos consigan hacer un paréntesis de lo que está afuera», sentenció el poeta madrileño.
Poesía y juventud
«Cuando era joven, Rafael Alberti me aconsejó que nunca ninguneara a los autores jóvenes, que no fuera excéptico y tratara de aprender de ellos». Bajo este pretexto, Benjamin Prado mencionó varios de los nuevos creadores de poesía que consiguen emocionarle. Entre ellos, reseñó a Elvira Sastre o al propio Marwan. Este último le devolvió el elogio a Prado con la lectura de uno de sus poemas. Ambos recordaron la importancia de no sobredimensionar el éxito, ya que esto ha sido la tumba profesional de muchos artistas.
El amor romántico siempre ha estado presente en la obra de los dos conferenciantes. También fue la temática principal de la noche. El cantautor contó cómo sus padres se conocieron, cuando su padre era un recién llegado a Madrid. Admitió que la mayoría de sus canciones recuerdan amores pasados o presentes, por lo que todos los poemas de Prado también fueron en esta dirección.