La Universidad de La Laguna ha celebrado hoy, miércoles 13 de septiembre, su tradicional acto de apertura del curso académico 2017-2018. La ceremonia contó con la presencia de autoridades como el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Robaina, ambos en la mesa presidencial. En su intervención, el rector repasó la labor de la institución y su compromiso con la internacionalización, la formación, la investigación y el compromiso social.
En su intervención el rector, Antonio Martinón, destacó que desde el Rectorado «estamos proponiendo la contratación de profesorado doctor, jóvenes que han demostrado un nivel de investigación y que son la garantía de rejuvenecer la plantilla, y el impulso al aumento de las titulaciones”. De este modo, explicó que la ULL sería más capaz de desarrollar «nuevos títulos que se adapten mejor a las necesidades de una sociedad cambiante».
En el acto también se procedió a la investidura de 28 de los más de 120 doctores y doctoras que leyeron su tesis el curso pasado. La catedrática de Sociología Teresa González de la Fe fue la encargada de dictar la lección inaugural, titulada Sociología para la sociedad del conocimiento. Y también hubo tiempo para la música, con la actuación sorpresa de Benito Cabrera, que acompañó con guitarra y timple al cantante Besay Pérez.
La sesión académica se abrió con la intervención de la secretaria general, Dulce Cairós, quien hizo repaso a los principales datos del curso 2016/17 que ahora termina, y que forman parte de la memoria académica que elabora su departamento.
Así, la Universidad de La Laguna impartió un total de 146 titulaciones oficiales en los niveles de grado y posgrado, así como licenciaturas, ingenierías y posgrados en proceso de extinción: de ellas, 45 fueron grados y 11 licenciaturas e ingenierías, que quedaron definitivamente extinguidas en el curso 16-17. Se impartieron 38 másteres oficiales, 5 de los cuales quedaron también extinguidos en este curso, y 39 programas de doctorado. A estas titulaciones oficiales hay que añadir los 13 títulos propios, en su casi totalidad de posgrado, bajo la forma de máster, experto y diploma universitario de especialización.
El nivel de estudiantes matriculados en titulaciones oficiales sigue decreciendo ligeramente respecto a cursos anteriores en sus valores totales, si bien se observa, al tiempo que una disminución en la matrícula de grado, un aumento en la de máster y doctorado. Este curso que termina contamos con una matrícula de nuevo ingreso de 4296 estudiantes y una matrícula total de 17 604 estudiantes inscritos en Grado y Licenciaturas e Ingenierías, 1003 estudiantes matriculados en titulaciones de máster y 1020 inscritos en Programas de Doctorado, superando por primera vez la frontera de mil estudiantes en ambos niveles. La cifra total asciende a 19 627, frente a 20 541 en el curso anterior.
Se defendieron 122 tesis doctorales. Fueron egresados 3083 estudiantes en titulaciones de Grado y 630 en titulaciones de Máster.
«La Sociología, más necesaria que nunca»
La catedrática Teresa González de la Fe fue la encargada de dar lectura a la lección inaugural, que llevaba por título Sociología para la sociedad del conocimiento, en lo que pretendía ser una intervención para explicar qué es esta rama de conocimiento y qué aplicaciones tiene en una sociedad de capitalismo globalizado, explicó González de la Fe.
«La Sociología es hoy más necesaria que nunca», explicó la profesora, quien añadió que «las autoridades políticas y académicas deberían tratarla con más cariño. De hecho, gran parte del fracaso de muchas políticas públicas se debe sobre todo al desconocimiento de las condiciones sociales de los colectivos a los que van dirigidas».
González de la Fe subrayó que «los espectaculares avances de las tecnologías han convertido el conocimiento científico en una cuestión fundamental para la ciencia social, especialmente en este comienzo del siglo XXI». Además, aseveró que «los habitantes de las sociedades desarrolladas no podríamos sobrevivir sin electricidad o sin antibióticos, lo que muestra su vulnerabilidad y da fe de la preponderancia del determinismo tecnológico, que considera la tecnología el motor del cambio social, porque solo se atiende a sus efectos».
En cuanto a Canarias, dijo que el cambio social en las Islas «ha sido inmenso pero conservando el sobrepeso cultural y tradicional, que lastra su posición en la sociedad del conocimiento». Así, señaló que «tenemos una estructura poblacional y económica desigual, con bolsas de pobreza y desequilibrios estructurales».
Estrategia de internacionalización
Durante su primera intervención pública del cuso 2017-2018, el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, realizo un repaso por las diferentes áreas de actuación de su mandato y aprovechó la ocasión para saludar a su homólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Robaina, en su primer acto de apertura invitado en calidad de rector. También recordó que en este año 2017, el centro docente cumple el 225 aniversario de su creación.
Además de esta efeméride, el rector destacó la próxima celebración, durante el próximo mes de octubre, de la primera edición del Campus América, como parte de su estrategia de internacionalización. Dos semanas en las que se hablará de gobernanza, democracia, ciudad y cultura, y prestará atención a la pacificación de conflictos y a la justicia transicional. Un ambicioso proyecto que posible gracias a la colaboración del Gobierno de España, del Gobierno de Canarias, del Cabildo de Tenerife y del Ayuntamiento de La Laguna.
También recordó la “perplejidad” que produjo a la ULL que en los Presupuestos Generales del Estado para 2017 hubiera una partida de un millón y medio de euros destinada a la ULPGC, pero no una cantidad similar para la ULL, salvo una partida dedicada a un instituto de investigación.
Competencias, flexibles y adaptables a múltiples contextos laborales
Martinón destacó la incorporación de jóvenes científicos gracias programas como el Ramón y Cajal, el Viera y Clavijo y el Juan de la Cierva. En cuanto a la formación del alumnado, reafirmó el interés institucional por la empleabilidad, lo cual es un desafío porque “buena parte de los trabajos de mañana no existen hoy”, por lo que la educación superior debe centrarse en “competencias, flexibles y adaptables a múltiples contextos laborales”.
Destacó programas como DEMOLA, desarrollando en colaboración con el Gobierno de Canarias, en el cual equipos multidisciplinares de estudiantes resuelven retos planteados por empresas o instituciones; o el Agustín de Bethencourt, en colaboración con el Cabildo de Tenerife, que posibilita contratar durante cuatro años a jóvenes investigadores para que busquen, junto con grupos consolidados de la ULL y empresas, nuevas líneas de desarrollo profesional alrededor de un ámbito o problemática concreta.
También anunció que en este nuevo curso se iniciará la transformación de algunas titulaciones, ampliando los que se imparten en línea, ofreciendo dobles títulos e incrementando la docencia en inglés.
Martinón cerró su discurso proponiendo un panorama halagüeño de la institución: “A pesar de la escasez de inversión relativa en el sistema universitario público canario; a pesar de que Canarias es sistemáticamente la comunidad que menos invierte en I+D+i de nuestro país, estando España muy retrasada en este ámbito en el contexto europeo y de la OCDE; a pesar de todo ello, nos llena de satisfacción la noticia de que la ULL se ha situado este año entre las candidatas a formar parte del top 500 de centros académicos del mundo, de acuerdo con el prestigioso ranking de Sanghai”.