Manuel Álvarez de la Rosa, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de La Laguna, dio ayer jueves 8 de marzo una conferencia sobre el trabajo de la mujer en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Antes de empezar con su ponencia, el letrado fue presentado por Sara Rodríguez, profesora de la Facultad de Derecho. Tras agradecerle su «presencia y generosidad» por hacer posible la tercera edición del seminario, le dio la palabra. Rodríguez expuso todo su recorrido profesional, desde su presencia en el Gobierno de Canarias como consejero hasta el nombre de cada uno de sus libros, dentro de los cuales resaltó el Manual del derecho del trabajo.
El catedrático comenzó solidarizándose con la huelga del 8 de marzo, expresando que era una necesidad. “Es una manifestación viva de una profunda desazón que hay en la sociedad europea. Es la búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres”, indicó. Confesó que lo que más le había impresionado era el lema ‘Si nosotras paramos, se para el mundo’. Explicó que esta consigna le hizo recordar la primera manifestación en la cultura occidental de una presencia organizada de la mujer.
Una lucha por la libertad
“Esta huelga afirma y subraya la necesidad de celebrar el 8 de marzo. Por cualquiera que se acerque al problema desde la perspectiva de los derechos del trabajo, de la libertad o de la seguridad, se necesita celebrar este día”, afirmó.
Tras mostrar su apoyo a las mujeres, continuó hablando de los cambios del Tribunal Constitucional a lo largo de la historia. El catedrático hizo referencia constante a hechos pasados como el caso de la pensión de viudedad. Desarrolló que hace años para ser beneficiaria la mujer solo tenía que acreditar que su marido había fallecido. En cambio, el hombre tenía que demostrar un estado de necesidad, como que lo mantenía su mujer o que era inválido. Esto cambió cuando un viudo llegó al tribunal constitucional e hizo que la ley cambiara y «se le diera este beneficio a todos».
Para finalizar su intervención habló sobre la prohibición de que la mujer bajara a la mina en el año 57, al acoso sexual como caso de discriminación y al despido de embarazadas. Los puso en contexto y explicó cómo han ido evolucionando estos aspectos con el tiempo. El decreto del 57 fue eliminado por el Tribunal Constitucional, pero los despidos por embarazos siguen presentes en la actualidad. Acabó su ponencia con una reflexión personal que fue aplaudida por todos los asistentes: “no me cabe la menor duda que la lucha organizada por las mujeres es la lucha por la libertad”.