La más reciente edición del foro Enciende la Tierra del Espacio Cultural CajaCanarias llega a su fin después de casi un mes de actividad. «¿Y si la utopía estuviera en nuestras manos?» es la pregunta que se plantean con motivo del quinto centenario del libro Utopía del pensador Tomás Moro. Asimismo, desde sus inicios en 2008 distintos intelectuales y/o científicos han participado en las jornadas y en esta ocasión el escritor Owen Jones, conocido por ser el autor de Chavs: la demonización de la clase obrera y The Establishment y Sami Naïr, creador de la definición del concepto de codesarrollo, Catedrático en Ciencias Políticas, filósofo y sociólogo, han sido las caras más destacadas del evento.
En la programación de ‘Enciende la Tierra’ se ofrecía, a parte de los foros abiertos con debate, un ciclo de cine documental en el que se han proyectado los siguientes largometrajes: Dos abuelas furiosas (Håvard Bustnes), My Stuff (Petri Luukkainen), Al sur de la frontera (Oliver Stone y Tariq Ali) y Enemigos de la felicidad (Eva Mulvad). Este último, Enemigos de la felicidad, muestra la vida de Malalai Joya, una de las ponentes de la última conferencia, antes de las elecciones de 2005 en Afganistán. En él se muestra el primer proceso electoral parlamentario en 33 años en el que Joya consiguió un escaño, del que fue destituida posteriormente por mostrar que estaba en contra de los señores de la guerra y los parlamentarios fundamentalistas. Varios intelectuales como Noam Chomsky protestaron ante este hecho.
En su intervención, Malalai Joya presentó unas diapositivas mostrando los problemas que sufre la población de Afganistán, entre ellos la adicción a las drogas, particularmente al opio. Esto se debe a que en el país se cultiva el 90% del opio del mundo a ojos de los Estados Unidos y la OTAN. Otro de los problemas que destaca la ex diputada es la corrupción, pues en los Índices de Percepción de la Corrupción, Afganistán siempre figura en el segundo o tercer puesto debido a la trata de personas, los sobornos, la poca educación, la destrucción del medio ambiente, la muerte de civiles, etc.
Del mismo modo, la activista afgana también hizo hincapié en el papel de los medios de comunicación internacionales a lo largo de la conferencia, pues piensa que «la verdad ha sido revertida» y no se muestran todos los lados del conflicto o la situación del país, así como la resistencia que hay contra la ocupación de la OTAN y Estados Unidos. Según la conferenciante, en la prensa no aparecen noticias acerca de las protestas o manifestaciones que se llevan a cabo en el país y un ejemplo de ello son las protestas en Kabul en noviembre del 2015 contra la ejecución de siete chiíes por parte del autoproclamado Estado Islámico.
En cuanto a la situación de las mujeres, la ex diputada denunció que «no se puede hablar de los derechos de las mujeres en Afganistán» y destacó varias veces las dificultades y opresión que sufren tanto las mujeres como las niñas en el día a día en general. Además, la ponente expresó su admiración a las niñas que, a pesar de sufrir vejaciones e incluso violaciones en la escuela, quieran seguir estudiando.
Así pues, Malalai Joya concluyó su intervención resumiendo su opinión y su lucha por la mejora de las condiciones de las mujeres y el pueblo afgano de la siguiente manera: «Aquellos que luchan pueden fracasar, pero los que no luchan seguro que fracasan».
Por otro lado, el misionero extremeño Chema Caballero, se centró en la situación de los niños soldado de Sierra Leona. Este es coordinador de la ONG DYES, creador del blog Bajo el mango, coautor de África no es un país, blog asociado al periódico El País, y autor del libro Los hombres leopardo se están extinguiendo: Sierra Leona, África y la ayuda internacional.
Según Caballero «los niños soldado no son solo aquellos que luchan» porque considera que hay que tener en cuenta al resto de personas que hacen posible un ejército llevando munición y otros suministros. Los niños y niñas soldado, frecuentemente son secuestrados en sus aldeas y llevados a campamentos rebeldes. Mayoritariamente, los chicos son obligados a ir en busca de agua, frutos, etc., y proteger el campamento durante la noche, mientras que las chicas son obligadas a ser esclavas sexuales. Cuando el comandante lo considera, los muchachos son instruidos para realizar correctamente las labores de guerra y manejar las armas, por lo que se les somete a un adoctrinamiento mental y los niños empiezan a percibir la guerra como un juego. Generalmente, la primera misión que tienen que cumplir consiste en asesinar a alguien de su familia y si no lo hacen, morirán a manos de los soldados. Este procedimiento lo imitan muchos otros países, incluso el Estado Islámico y el misionero se pregunta cómo es posible que los niños sigan formando parte de las guerras en pleno siglo XXI.
Respecto a las causas de las guerras, Chema Caballero considera que existen dos: las materias primas (coltán, uranio, petróleo…) y el tráfico de armas, donde España es uno de los principales exportadores a países en conflicto. Según Unicef, las armas que se fabrican y se venden son cada vez más ligeras y la distancia entre la culata y el gatillo de las armas se reduce, por lo que hace que manipular estas herramientas sea más sencillo para un niño. Es por ello que el ponente piensa que «los fabricantes de armas saben que sus armas las usan menores de dieciocho años»
Ahora bien, con respecto a la rehabilitación posguerra, el conferenciante elaboró el primer programa para rehabilitar y reinsertar en la sociedad a estos niños y niñas vinculados a la guerra. Se negoció un intercambio de un saco de arroz por un niño con los jefes de los campamentos pero finalmente la ONU intervino para rescatar a algunos de ellos. Básicamente, lo que este proyecto de reinserción pretende conseguir es que lo niños cuenten y compartan sus experiencias y sentimientos para que vuelvan con sus familiares. Sin embargo, a veces el trabajo de reconciliación es muy duro porque algunos no tienen la suerte de encontrar el perdón y volver a ser admitidos en su aldea. «Si se les da la oportunidad la aceptan y aprovechan, no importan los crímenes cometidos, porque una segunda oportunidad es posible», destacó el escritor y misionero extremeño.
Tras la comparecencia de ambos ponentes, el moderador, el periodista Juanma Pardellas, planteó una serie de propuestas a Joya y Caballero. Entre ellas, un intercambio de papeles en el que Caballero hablara de la situación de la mujer en Sierra Leona y Joya sobre las niñas soldado.
Finalizadas las cuestiones y propuestas realizadas por el mediador del foro a los ponentes, los asistentes tuvieron la oportunidad de realizar preguntas a ambos acerca de los temas tratados.
Una de las intervenciones en el foro fue realizada por Periodismo ULL para preguntar a Joya sobre la situación de los medios de comunicación en Afganistán, a lo que la activista respondió hablando de la fuerte censura que se realiza a los periodistas de su país, que también reciben amenazas por los señores de la guerra y son acusados de «romper la ley».