Javier Hernández Borges, doctor en Ciencias Químicas y profesor titular de la Universidad de La Laguna, es, además, el director del curso Los microplásticos: un problema con la dimensión global, que se celebra esta semana en la Universidad de Verano de Adeje. La formación que dirige, que se convirtió en una de las más demandadas de la edición, tiene como objetivos identificar los problemas ambientales derivados del uso desmesurado de plásticos, proponiendo soluciones a los mismos.
En líneas generales, ¿sobre qué versa el curso que usted dirige en la Universidad de Verano de Adeje? «Esta formación persigue mostrar al alumnado qué es un plástico, cuándo aparecen en la historia de la humanidad, cómo es la producción actual de plástico, cómo ha ido evolucionando su producción y, luego, enlazar esto con su situación actual. Los plásticos se vierten en todos los compartimentos naturales en grandes cantidades y, sobre todo, en el océano. Posteriormente, estos productos acaban degradándose en fragmentos de menor tamaño, los microplásticos. En definitiva, pretendemos ver cuál es el origen, cuál ha sido su evolución, conocer cómo se fragmentan en los océanos, ver las distintas clasificaciones de los microplásticos y, además, conocer los estudios que existen en Canarias, y en otras partes del mundo, sobre la presencia de microplásticos en las costas y el organismos vivos como, por ejemplo, en peces y medusas».
El tema de los microplásticos está muy presente en la sociedad. ¿Cree que se ha sido muy alarmista o que, por el contrario, existe un grave problema con el plástico en los océanos? «Realmente creo que tenemos un problema. En respuesta a esta pregunta, tenemos que señalar cuándo somo conscientes del problema. La primera publicación científica alertando de la situación de los microplásticos data del año 2005. Por otra parte, desde los años 60 u 80, se detectó que, en algunas partes del Mundo, en los océanos, habían algunos plásticos, algunos enredamientos de tortugas o cetáceos, pero es, a partir del 2005, cuando comienzan los científicos a alertar de esta situación y de que los plásticos vertidos están volviendo a nosotros en tamaños muy muy pequeños».
«En determinado organismos, parece ser que están afectando»
Entonces, ¿es un problema global? «En los últimos 10 años, hemos visto estudios que están diciendo que tenemos un problema global. Los microplásticos aparecen en todos lados: desde la sal de mesa hasta en alimentos y bebidas. Muchos de ellos, no los vemos porque su tamaño va desde 5 milímetros hasta una micra. Incluso, se han encontrado en las heces de los humanos. No es una cuestión de ser alarmistas, simplemente nos hemos dado cuenta del problema tarde. El primer plástico sintético aparece a partir de 1909 y, posteriormente, su crecimiento es exponencial hasta las 348 millones de toneladas que tenemos hoy en día. Es posible que los microplasticos que estemos viendo ahora en los océanos fueran vertidos hace 30 o 40 años».
¿Qué consecuencias para la salud pueden tener los microplásticos en las personas? «En este sentido, sí que no me gusta ser alarmista. A pesar de ello, hay que tener en cuenta que la respuesta está en los estudios que se están haciendo en este campo. Cuando los microplásticos tienen un tamaño muy pequeño, pueden atravesar incluso paredes celulares. En determinado organismos, parece ser que están afectando. El plásticos es una macromolécula que está formada, a su vez, por moléculas que se unen entre sí; es decir, es como un collar de perlas entrelazado. Esta macromolécula está es una especie de red relativamente fija. En los plásticos, se añaden aditivos que no se unen del todo a esa matriz. Muchos de esos aditivos, pueden migrar a su entorno y causar efectos negativos en la salud. Se sabe que, muchas de estas sustancias, alteran el equilibrio hormonal (disruptores endocrinos). Por otro lado, los científicos han visto que el plástico actúa como preconcentrador de contaminantes; es capaz de retener muchos tipos de contaminantes. Se están haciendo estudios alimentando a peces, a medusas, a invertebrados, para ver qué les está pasando; para ver si estos compuestos están realmente entrando en la cadena trófica».
«El plástico es el material de los materiales por excelencia»
¿Qué puede hacer la sociedad y las instituciones públicas que nos gobiernan para solucionar este problema? «Esta es la pregunta del millón, pero yo no tengo la respuesta. Sí creo que hay que hacer muchas cosas. En el curso planteamos debates en este sentido. El plástico es el material de los materiales por excelencia; dependemos del plástico a unos niveles preocupantes. Decir que reduciendo la producción del plástico vamos a solventar el problema quizás es una utopía. Además, debemos hacer un uso racional del plástico: no podemos estar empaquetando un churro en una bandeja, como salió en los medios de comunicación el otro día. Hay que buscar materiales alternativos que sean biodegradables. El problema es grande y es difícil dar una solución. Posiblemente, la mejor solución pasa porque cada uno, desde su casa, haga algo que luego todos juntos revierta en todos».
Por último, ¿qué tal el discurrir del curso? «Esta es la segunda edición del curso. Hemos tenido un lleno total y la gente está encantada, sobre todo, con la salida de campo. Hemos ido a Playa Grande, en Arico, a muestrear microplásticos, y a enseñar cómo identificarlos y cómo contabilizarlos».
Entrevista realizada junto a Sara Toj.