Un grupos de químicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), han desarrollado un novedoso catalizador que facilitará la producción de combustible y otros productos a través de gases como el dióxido de carbono (CO2). El equipo está formado por Youngmin Yoon, un estudiante graduado en el MIT; Anthony Shoji Hall, un antiguo post-doctorado del MIT que es ahora un profesor de ciencia de los materiales en la Universidad Johns Hopkins; y Surendranath, asistente del profesor Paul M. Cook del MIT. El desarrollo del mismo, supone cuestionarse el uso de las infraestructuras para el almacenamiento y distribución del producto.
La investigación se ha publicado en Angewandte Chemie y en ella se explica el funcionamiento del proceso, que consiste en la transformación del CO2 en otro compuesto químico, el CO (monóxido de carbono). La previa realización de este paso, afirmó el profesor Yogesh Surendranath, “concluirá con la transformación del CO en combustible”, proceso que cuenta con los medios suficientes para realizarse.
El objetivo fundamental para la realización del catalizador de plata es que, mediante variaciones, pueda tener aplicaciones diferentes. Para afinar el funcionamiento del catalizador, se debe aunar en la selectividad del mismo, es decir, crear un sistema en el cual el CO2 se convierte consistentemente en un solo producto final que puede luego ser procesado en el material deseado. Su estructura se compone por un material poroso, que se realiza mediante el almacenamiento de perlas de poliestireno en un sustrato de electrodo conductor y finaliza con un tamaño de los poros predeterminado por las perlas originales. A medida que aumenta el espesor del catalizador, aumenta la creación de CO a partir de CO2, además se incrementa la producción de H2 (gas hidrógeno).
El avance solo se ha llevado a cabo en pequeña escala, en el laboratorio. Pero el éxito de la producción de CO a partir de CO2, alumbra el camino para la utilización del combustible resultante. En resumen, el proceso es, en esencia, el mismo que las plantas y cianobacterias realizaron hace millones de años para producir los combustibles fósiles en nuestro planeta.