El famoso shooter de Blizzard, Overwatch, es conocido por su gran abanico de héroes disponibles, partidas frenéticas y una historia que no para de crecer con cada cómic o relato corto que se publica. La trama se desarrolla en nuestro planeta entorno al siglo XXII, en una era de guerras y crisis. Sin embargo, lo que más le caracteriza es su diversidad. Los personajes proceden de países de todo el Mundo, algo que ayuda a combatir la xenofobia dentro y fuera de los videojuegos. Podemos encontrar ejemplos como el de Symmetra, de nacionalidad india, o Doomfist, de nacionalidad nigeriana.
A pesar de que el contexto y la ambientación son importantes para la historia, estos pequeños elementos no constituyen un factor relevante como sí lo es la jugabilidad. Este concepto hace referencia a la facilidad de uso que ofrece un juego a un usuario, es decir, la facilidad que tiene para poder jugarlo.
Si algo ha dado mucho de qué hablar en la comunidad, a parte de los ajustes de equilibrios a los personajes, es la gran apuesta por la inclusión del colectivo LGTBI. Esto es realmente fantástico, pues ayuda en la lucha contra la homofobia. En el cómic reflejos, publicado el 20 de diciembre del 2016, el guionista Michael Chu nos presenta a la veloz Tracer, cabeza de portada del juego, con su novia en una cena navideña. En la escena, ella le regala una bufanda a su pareja que, acto seguido, la besa románticamente. De esta forma, Tracer se convierte en la primera heroína abiertamente lesbiana.
Si la historia de la agente británica te ha dejado con ganas de más, debes saber que el último en sumarse al colectivo fue Jack Morrison, Soldado 76. En el relato corto Bastet, Jack le confesó a Ana: “Vincent se merecía una vida más feliz que la que yo podría haberle ofrecido (…) Ambos sabíamos que yo nunca sería capaz de darle mayor prioridad a nada que no fuera mi deber. Yo luchaba para proteger a las personas como él… Ese fue el sacrificio que tuve que hacer”. En esta conversación, el lector descubre que el capitán de la corporación es gay. Aunque no disfrutó de un final junto a Vicent, descubrimos que su decisión respondía a la llamada del deber para luchar por los que necesitaban ser defendidos.
Estos son los detalles que enriquecen el universo de Overwatch, es decir, la historia y el trasfondo que encierran sus personajes. De esta forma consigue generar un valor añadido que, por otra parte, nace del compromiso adquirido con la sociedad. Es digno de admiración el valor demostrado por el equipo de Jeff Kaplan, director del juego. Su apuesta decidida por conseguir que personas con diferentes orientaciones sexuales se puedan sentir identificadas convierte su proyecto en un icono de la diversidad y la igualdad.
El sector más intolerante de la comunidad
La salida del armario de estos personajes no fue bien recibida por todos los fans. En los foros oficiales pueden consultarse multitud de comentarios homófobos. Incluso el portal web xataka.com publicaba una noticia en la que se reflejaba un claro descenso en el uso del Soldado 76 después de que se conociera su condición sexual. Si bien no aseguraban que el descenso fuera por ese motivo, tampoco cerraban la puerta a esa posibilidad. Lo que sí considero lamentables son las opiniones en contra de los gais, como la de un usuario que le preguntaba a otro por qué motivo usaba a Soldado 76 si era homosexual.
Ante esta situación, debo formular la siguiente pregunta: El hecho de que este héroe sea gay, ¿supone un empeoramiento de su capacidad de ataque, movilidad, o salud?, ¿Sus balas hacen menos daño y por eso está dejando de ser tan usado en las partidas? Con esto quiero decir que es absurdo dejar de utilizar un personaje por su orientación sexual. Lo único que demuestran estas personas con su actitud es una intolerancia irracional. Un prejuicio, tan profundamente arraigado que les impide disfrutar de unas partidas en su ordenador o consola.
En cualquier caso, esto no representa a la totalidad de la comunidad, afortunadamente. Lo que sí demuestra es que todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a derechos y libertades de las personas LGTBI. Es maravilloso que exista un juego que se comprometa con causas sociales justas como la defensa y visibilización de este colectivo.