A Javier Beirán Amigo no solo le vemos en el pabellón Santiago Martín con el Iberostar Tenerife, sino que también le encontramos en la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna, donde cursa segundo del grado de Periodismo. Siempre compatibilizando los estudios con su carrera deportiva, llegó a Santa Cruz de Tenerife en 2014 después de cuatro años jugando en Las Palmas de Gran Canaria tras comenzar su trayectoria profesional en Madrid, su lugar de nacimiento.
Empezaste desde pequeño en las categorías inferiores del Real Madrid y con 18 años ya estabas jugando en la ACB. ¿Cómo compaginas los estudios con el deporte de alto nivel? «Creo que en la sociedad que vivimos es muy difícil compaginar las dos cosas, pero para ello hay que tener ganas. Es verdad que el deporte de alto nivel te produce unos ingresos, pero en la mayoría de los casos no es suficiente. Tenemos el mal ejemplo de algunos futbolistas que ganan muchísimo dinero y nos creemos que todos son así, pero en la mayoría de los deportes no se gana tanto y, por desgracia, muchos no pueden ni vivir de ellos. Los estudios son algo fundamental por todo lo que te aporta en aspectos de formación o crecimiento personal».
¿Cómo compaginas la vida universitaria con el deporte? «En España es complicado estudiar una carrera y practicar un deporte como profesional porque no hay tantos acuerdos como puede ser en Estados Unidos, donde hay una liga universitaria muy potente. Aquí depende mucho del esfuerzo personal y de las ganas que tengas. A veces tengo que ceder un poco porque el baloncesto es mi trabajo y, al final, es por lo que me pagan y con lo que vivo. Pero esto se acaba y hay que tener una formación para el futuro».
«Me gusta desconectar, centrarme en otras cosas y no solo dedicarme al baloncesto»
¿Cómo ha afectado el deporte a tu vida social? «El deporte me ha formado muchísimo como persona, pero a nivel social, cuando era pequeño y estaba en las categorías inferiores había muchos viernes y sábados que no podía estar con mis amigos porque tenía que entrenar o estudiar. De todas formas, los sacrificios merecen la pena. Disfruto con el baloncesto y con los estudios. Es un esfuerzo que hay que hacer para trabajar en lo que más te gusta».
¿Qué lleva a un deportista de élite como tú a seguir estudiando? «Lo primero es que el baloncesto se acaba pronto. Luego, con las lesiones nunca sabes cuándo puede ser ese pronto. Por otra parte, a mí me gusta desconectar, centrarme en otras cosas y no solo dedicarme al baloncesto. Al final son muchas horas entrenando, partidos, analizando rivales… Tener otra actividad me viene muy bien».
Después de graduarte en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid, y ahora que estás cursando el grado en Periodismo en la Universidad de La Laguna, ¿qué diferencias aprecias de la una con la otra? «La UAM tiene el campus un poco a las afueras pero estaba todo unido y había mucha relación con los estudiantes de distintas facultades. El Campus de Guajara está en tierra de nadie, a las afueras de Santa Cruz y de La Laguna, con las facultades dispersas, con mucha distancia entre ellas. Sí es verdad que existen bastantes similitudes en cuanto a exigencia del profesorado o de lo que dispone cada una en su interior».
Sabemos que en estos momentos te encuentras en período de recuperación debido a una lesión que sufriste durante un encuentro. ¿Cómo ves los accesos a la universidad para personas con una discapacidad en la movilidad? «Es verdad que hay accesos mediante rampas por el edificio pero hay mucha escalera. Nuestra facultad es una pirámide de cuatro pisos y pienso que debería de haber un ascensor para facilitar el movimiento entre las plantas. Es bueno que se ayude a todo el mundo la entrada a las instalaciones y que las personas que lo necesiten sean apoyadas».
«En la Universidad no quiero tener ningún apoyo especial. Solo que entiendan mi situación y que intento sacar las asignaturas al igual que mis compañeros»
¿Los profesores suelen darte facilidades considerando tu dedicación al deporte de élite? «Como deportista de alto nivel hay algunos acuerdos con la universidad a los que intento no acudir, simplemente comento a los profesores mi situación. Cada vez que puedo voy a clases, aunque con los entrenamientos no siempre es posible. La mayoría de los profesores me han echado una mano a la hora de cuadrar los exámenes. Lógicamente, no quiero tener ningún apoyo especial. Solo que entiendan mi situación, que vean que pongo interés y que intento aprender y sacar las asignaturas al igual que mis compañeros».
¿Cuáles son tus expectativas profesionales una vez acabes tu carrera deportiva? «Bueno, primero acabar el Grado de Periodismo. Ja, ja, ja… Ya estoy en segundo pero todavía me quedan unos cuantos añitos. No sé qué va a ser de mi futuro. Me gusta el mundo empresarial y las actividades que tengan conexión con el deporte en general. Por el momento, me quedan seis o siete años en el baloncesto profesional, así que a seguir formándome para en el futuro poder elegir en qué trabajar».
