Los equipos decanales de las facultades de Educación de la ULL y la ULPGC se reunieron recientemente, dentro del plan de colaboración interuniversitaria de los dos centros. En el encuentro comentaron la situación que se experimentó en cada una de las facultades a partir del momento en que se decretó el confinamiento y la necesidad de continuar las clases en modo no presencial. Tras el relato de los diversos representantes de cada equipo decanal, se constata una gran similitud tanto en las problemáticas que se plantearon como en las soluciones que se avanzaron.
En general, ambos equipos concluyeron que, tras la sorpresa y desorientación inicial, que duró unas dos semanas, la situación se fue normalizando progresivamente, hasta lograr un desarrollo relativamente tranquilo de la docencia. Se destaca la gran capacidad de reacción que demostró el profesorado y la profesionalidad demostrada, y también la colaboración de la mayoría de estudiantes, favorecida por la implicación de las respectivas delegaciones de alumnado y de curso, a raíz del acuerdo de protocolo adoptado para canalizar las posibles incidencias.
Como posible amenaza que debería tenerse en cuenta en futuras situaciones similares, se destaca la tendencia a sobrevalorar opiniones negativas, minoritarias, del alumnado, que pueden llegar a generar una falsa percepción de conflictividad en las relaciones profesorado-alumnado. En este sentido, se considera que la agilidad en la respuesta, la objetivación discreta de las verdaderas dimensiones del problema, el diálogo y el ofrecimiento de recursos de apoyo a quienes tuvieran dificultades, se han demostrado como las respuestas más adecuadas.
Plan de trabajo
Después de un análisis de la situación y las propuestas se estableció un plan de trabajo. Ambos equipos decanales coincidieron en la conveniencia de volver a reunirse con el nuevo equipo de la Consejería de Educación. Entre los posibles temas que pudieran tratarse figuran la idea del posible Observatorio de la Educación en Canarias, la cuestión de las prácticas de los grados y máster de Educación y el ofrecimiento de colaboración en temas diversos, como puedan ser las políticas de formación del profesorado no universitario o el asesoramiento en políticas de educación. Se acordó por tanto que este encuentro debería producirse en septiembre.
En cuanto al Máster de Formación del Profesorado, ambos equipos decanales mostraron su preocupación por el nivel de desajuste que existe entre la demanda de plazas en la oferta que se hace en las universidades públicas canarias, en las diferentes especialidades del título de posgrado y la oferta que actualmente pueden mantener ambas universidades.
Así, apuntaron que la preocupación deriva no sólo del hecho de que no se esté atendiendo a una demanda existente, que es requisito para el acceso a la función pública docente, sino que está sirviendo para surja un «nicho de negocio» para que las universidades privadas pasen a cubrir esa necesidad, con unos precios que se consideran desorbitados y abusivos.
Partiendo del acuerdo en la preocupación por la situación, se propuso buscar la forma de impulsar la creación de una comisión que se encargue de estudiar alternativas que permitan mejorar la oferta de plazas en dicho máster.