La Universidad de La Laguna lleva tiempo celebrando la entrega de Becas de excelencia a los mejores expedientes de acceso a los estudios superiores en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, como política de captación de talento y de reconocimiento del esfuerzo intelectual. Ayer martes, 9 de julio, se celebró la ceremonia de concesión de diplomas a los 69 estudiantes que han conseguido en la EBAU de junio una calificación de 9,5 o superior en la fase general de la prueba.
El acto se celebró en el Aula Magna de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, abarrotado de alumnos, familias y profesores. Estuvo presidido por la rectora, Rosa Aguilar, acompañada de la vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad, Lastenia Hernández, y del propio director académico de la EBAU, Antonio Adelfo Núñez. Todos destacaron la valía y brillantez de estos estudiantes pero, eso sí, señalando que sin esfuerzo y trabajo constante no se puede alcanzar estos buenos resultados.
La vicerrectora presentó el catálogo de grados y posgrados del que dispone el centro académico, e hizo mención a los programas de mentoría y de altas capacidades para mejorar el rendimiento y la integración del alumnado, así como otro tipo de servicios disponibles para los estudiantes. Por su parte, el coordinador de la EBAU se centró en explicar el funcionamiento interno de esta prueba, cuya siguiente convocatoria comienza a prepararse desde el mes de septiembre.
Aguilar precisó que resulta muy ilusionante ver a los futuros estudiantes, a los equipos directivos de los centros educativos y a las familias reunidas para celebrar la solvencia de este alumnado, al que la rectora les pidió además rebeldía, capacidad de crítica y de acción. «En un mundo cambiante, polarizado, deslocalizado, en continua transformación, y también lleno de emergencias sociales y medioambientales de todo tipo, nada nos puede hacer más fuertes que el conocimiento y la actitud. Lo primero es muy importante, pero lo segundo no lo es menos. Sin una actitud abierta, reflexiva, participativa, utópica y crítica no podremos enfrentarnos a nuevos desafíos, ponernos en la posición del otro, entender culturas diferentes y formas de pensar diametralmente opuestas a la nuestra», apuntó la rectora.
«Nadie les ha regalado nada: están aquí por mérito propio»
Aguilar afirmó que en la universidad pública «todos somos iguales, da igual la procedencia, la renta familiar, la red de relaciones sociales, el centro en el que estudiaron. Solo se les va a medir por su rendimiento individual, por el esfuerzo intelectual que ustedes sean capaces de desplegar. Les aventuró que no tendrán ningún problema, porque nadie les ha regalado nada: están aquí por mérito propio».
La rectora también señaló que la universidad pública «es un poderoso instrumento para lograr un objetivo clave en toda sociedad moderna: la igualdad de oportunidades». Señaló que se trata de un logro de las sociedades democráticas avanzadas y que tiene un enorme valor.
Asimismo, Rosa Aguilar tuvo palabras para las familias, «padres y madres que han estado siempre ahí, apoyándoles, ayudándoles y facilitándoles en la medida de sus posibilidades todos los recursos que fueran necesarios. Lo han dado todo por ustedes, no les quepa duda. En esto es muy importante el ejemplo: de padres lectores nacen hijos lectores; de padres entusiastas nacen hijos curiosos y ansiosos por saber; de padres inteligentes y humildes nacen hijos que seguro serán buenas personas».