Lili Quintana es una de las actrices canarias de mayor reconocimiento a nivel internacional. Originaria de Teror, lleva en el mundo de la interpretación desde 1989. Da vida a Chona en el programa de humor En Otra Clave que se emite en la Televisión Canaria. Ha participado en más de treinta montajes. El último, Madre, es una obra que se estrenó el pasado 12 de marzo en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria.
¿Qué o quién fue lo que le impulsó para ser actriz? «Lo tengo desde muy pequeña. Mi madre es el pilar fundamental en mi vida y la que me inició en actividades extraescolares. También mi hermano estuvo en un grupo de teatro en al que más tarde me incorporé».
Chona (de En Otra Clave) es uno de los papeles por los que más se la reconoce. ¿Tiene cosas en común con ella? «En realidad, no muchas. Chona es muy enamoradiza, le gustan mucho las cosas del amor y eso lo puedo tener en común con ella. También el carácter. Aunque aparentemente soy una persona dócil (o no tan excesiva como ella), interiormente soy muy fuerte. Hay muchas cosas en las que no estoy de acuerdo con ella, pero yo me limito al guion».
Del teatro a la televisión pasando por el cine. Si tuviera que escoger una, ¿cuál sería? «Son cosas distintas. Yo siempre digo teatro. Ahí tengo el tiempo real para construir el personaje, si existen los tiempos, claro. También me gustaría hacer mucho más cine, es muy diferente porque los personajes no tienen tanta continuidad».
«Lo de ser actriz lo tengo desde pequeñita»
¿Qué consejo le daría a jóvenes que quieran introducirse en el mundo de la interpretación? «A la juventud siempre le digo que haga lo que verdaderamente quiera hacer, que siga su vocación. La felicidad no se vuelca en una única cosa, pero no pueden permitirse ser infelices con lo que hacen. Este mundo es muy complicado, siempre aconsejo perseverancia. Es cierto que también hay que estar ahí en el momento indicado. Yo he tenido mucha suerte trabajando cada semana en En Otra Clave, es muy sacrificado, pero bendita suerte».
¿Qué siente a llegar a tanta gente a través de la televisión? «Es un completo orgullo llevar a Canarias por bandera. Es hermoso. En el confinamiento Chona traspasó fronteras en Tik Tok. Tengo clubes de fans en numerosos países: Nicaragua, Panamá, Colombia… Casi todos creados por mujeres. Es muy bonito ver que desde Uruguay escriben: ‘Lili está en el teatro Leal’ y luego ponen alguna foto. Me parece alucinante que quieran tener ese conocimiento. Se interesan mucho por la profesión. Es una alegría que conozcan Canarias a través de mí».
¿Se siente más cómoda en algún género en concreto? ¿Se decanta por el drama o por la comedia? «Me encantan las dos. Una actriz cómica es muy buena en drama. Tenemos el ejemplo de Lola Herrera, Carmen Machi o, aquí en Canarias, a Nieves Bravo. Siempre es más difícil hacer reír. Ahora en Madre tengo partes de comedia, incluso viviendo un drama como es el de la guerra. Es un texto muy dramático, emociona mucho porque se ve cómo la protagonista pierde a sus hijos».
Esta última obra, Madre, representa a una mujer que es víctima de una guerra. ¿Cómo ha sido el proceso para prepararse esta interpretación? «Fue un proceso mágico, hermosísimo. La obra está basada en una vendedora ambulante, una buscavidas, por lo que necesitaba de una gran preparación. Tener el tiempo para hacerlo y estar con tus compañeros es una experiencia maravillosa. Tengo al lado a un gran actor como es Toni Báez y a un excelente músico, Saulo Valerón, así que ya te puedes imaginar. Además en el proceso de trabajo nos pasaron cosas personales muy potentes, muchas veces parábamos los ensayos para hablar de eso. El director quería que la guerra tuviera rostro de mujer, por eso me propuso este texto. Muchas veces no me creo que me haya elegido a mí».
¿Cree que el papel de la mujer ha evolucionado durante los distintos conflictos bélicos de las últimas décadas? «Al final, yo creo que sigue siendo la víctima. Me cuesta mucho ver las noticias ahora, todo es demasiado dramático. Ellas son el símbolo de la inutilidad de las guerras. He visto a una madre que se marcha del país para salvar a sus hijos e hijas, mientras lloraba porque su padre o su marido se quedaban ahí. No creo que la situación mejore en absoluto. Es muy tremendo».
¿Considera que su profesión es igualitaria en cuanto al género? ¿Comparten mujeres y hombres los mismos derechos? «Gracias a grandes mujeres como Pilar Bardem se ha avanzado mucho. Ellas batallaron mucho para darle un nombre a la mujer dentro de nuestro oficio. Creo que se ha equilibrado bastante en estos últimos años. Todavía falta que haya más directoras tanto en cine como en teatro, pero yo considero que hemos tenido bastante suerte. Hay que erradicar problemas como la violencia de género, ya luego equilibrar los salarios y ese tipo de cosas. Como dice Nacho Cabrera: ‘yo no necesito apoyarme en muleta alguna para ser libre’. Me considero que siempre he sido una mujer fuerte desde dentro».
«Soy muy quejica, pero tengo que estar agradecida»
A parte de Madre, ¿en qué proyectos trabaja actualmente? «En la televisión (En Otra Clave), en Mitad y Mitad con Yanely Hernández, en Tres mujeres y en el homenaje a la escritora Dolores Campos Herrera. También parece que próximamente aterrizaré en Madrid con un texto corto, pero muy bonito: Un músico y una bailarina. ¡Ah! Y también en el musical Malditas mentiras. Son tantas que se me quedan por el camino…».
¿Con qué palabra o frase definiría su carrera profesional? «Amor, sin duda. Amor a los demás y amor a lo que hago».