El antiguo convento de Santo Domingo, ubicado en San Cristóbal de La Laguna, acogió ayer en su Sala Cristal el ‘Ciclo de Recitales’ con una actuación titulada Lazos sobre el Atlántico, interpretada por el guitarrista lagunero Luis Alejandro García Pérez y organizado por el Ayuntamiento de La Laguna. El evento completó la mitad del aforo de la sala, algo positivo teniendo en cuenta la poca difusión que se le dio a esta cita cultural.
Una vez dentro del recinto, se pudo apreciar el antiguo edificio de arquitectura canaria, que se convirtió en el espacio idóneo para la reconstrucción histórica narrada. La sala estuvo vacía, sin ningún tipo de incitación que no fuera Luis Alejandro García y su guitarra, su única compañía, junto a los focos. El músico es conocido por el prestigioso Certamen Internacional de Guitarra de Barcelona Miguel Llobet, donde se alzó con el Primer Premio, el Premio Llobet y el Premio del Público.
«Un recorrido por la historia»
Retrasado por 15 minutos, el evento dio comienzo a las 20.45 horas, momento en el que las luces se apagaron y se empezaron a escuchar los aplausos del público. Acto seguido, sonaron los primeros acordes a modo de presentación. La actuación siguió su recorrido por la historia de cada una de las canciones y autores, que interpretó, desde España hasta Latinoamérica, pasando por África. Los autores guardaron, de manera directa o indirecta, relación con las Islas Canarias, a las que se presentó como “piedra angular” por su ubicación en el Océano Atlántico. “El título no es al azar”, aseguró Luis Alejandro.
“Miguel Llobet unió nuestro país y Latinoamérica. Este ciclo de recitales es un homenaje que le hago”, comentó Luis Alejandro, quien aprovechó para hablar de su nuevo disco, que contará con el repertorio que tocó durante la noche. Con el desarrollo de la actuación, la música cogió un ritmo algo más acelerado y los aplausos se volvieron más largos.
La melodía que se utilizó como introducción fue un homenaje a Ernesto Lecuona, intérprete y compositor cubano y autor de la canción La comparsa, interpretada por el canario. También, sonó una pieza de corte nacionalista del compositor latinoamericano, Antonio Jiménez Manjón, cuyo repertorio se fue perdiendo con el paso de los años.
Con la quinta melodía dio un salto a Sudamérica, concretamente a Venezuela, interpretando a Antonio Lauro y sus tres valses más conocidos: Andreína, Natalia y El Marabino. Además, tocó una emotiva composición de Leo Brouwer, el único artista que no ha fallecido y, tras esta interpretación, empezó a sonar la melodía titulada “El Decamerón Negro”, de L. Brouwer. Posteriormente volvió a remontarse a la historia de Valencia con un tema nacional del autor Vicente Asencio, “Suite Valenciana”. Este recorrido histórico finaliza en Andalucía con Fantasía Sevillana, de Joaquín Turina.
Luis Alejandro García se despidió emocionado y agradecido ante un público que vivió un viaje en el tiempo, a través de las cuerdas de su guitarra. A las 22.05 de la noche, cuando parecía que había terminado, volvió a sonar una canción que, según el protagonista de la ceremonia, todo el mundo ha bailado alguna vez: Cachita, transportándose así a Cuba, primer país que se nombró en el comienzo de este recorrido.