Graduada en Diseño por la Universidad de La Laguna, Laura Hernández es finalista en la octava edición de los Premios Nacionales Acento G gracias a su Trabajo de Fin de Grado. En estos premios se homenajea los TFG del alumnado de los diferentes centros de Diseño de España, valorando, no solo el diseño del proyecto, sino también la idea, las razones de su creación, la imagen corporativa del juego y todo lo presentado.
¿En qué consiste tu proyecto? «Mi idea principal esta basada en la creación de una marca, Neurozink, que busca ofrecer apoyo y servicios mediante la creación y distribución de materiales didácticos para personas que padecen enfermedades neurodegenerativas o, incluso, hacia personas mayores que busquen prevenirla. Además, se ha diseñado uno de estos materiales didácticos, el Cubizink».
¿Qué objetivos tiene? «Los objetivos en los que se basa el proyecto es crear una marca que se centre en estas personas. Quería crear un actividad que consiguiese trabajar todas las habilidades cognitivas y que fuera inclusivo. Así nació Cubizink, un entretenimiento cuyo objetivo es agrupar las fichas tal y como te indiquen los cubos y mantener conversaciones fluidas. El juego cuenta con dos niveles, fácil y avanzado, permitiendo así la adaptación a las diferentes capacidades de cada participante y dependiendo de la fase de la enfermedad en la que se encuentren».
¿Qué sentiste al enterarte de que eras finalista de los premios nacionales Acento G? «La verdad es que yo daba por perdido el concurso, ya que se presentaba muchísimos estudiantes de toda España. Ser seleccionada era como imposible. Todavía me acuerdo que presenté mi plan para el concurso unas horas antes de que el plazo se cerrara, porque sentía que no estaba a la altura. Al final me armé de valor y pensé que no tenía nada que perder. Fue la mejor decisión que pude haber tomado. Fueron mis colegas de clase quienes miraron si estaba seleccionada».
«No descarto la idea de realizar un máster universitario y un doctorado»
¿Te gustaría que tu producto saliera al mercado? «Me encantaría. La verdad es que ahora estaba trabajando en ello, aunque he tenido que realizar un parón por motivos personales. Quería mejorarlo aún más, y buscar como poder sacarlo a la venta, ya que es un proceso difícil y necesito apoyo para llevarlo a cabo».
¿Qué precio le pondrías? «El precio no podría decírtelo ya que tendría que ver cuánto me saldría fabricarlo, pero intentaría que fuera un precio asequible, aunque a la vez hay que tener en cuenta que es un juego completo con más de 100 fichas y, además, está traducido al braille».
¿Tienes algún otro proyecto en mente? «Sí, tengo algún que otro boceto en mente, muy parecidos a cubizink. Son proyectos que consigan ayudar a un sujeto vulnerable. Además, me encantaría que Neurozink (la marca distribuidora) pudiera salir a la luz para así ir creando más juegos de la marca para las personas con demencia».
«Me encantaría seguir formándome como diseñadora y seguir creciendo»
¿Cómo describirías tu etapa universitaria? «Sin duda fue la mejor etapa de mi vida gracias a la ULL y ahora me doy cuenta de ello. Pude estudiar lo que siempre me ha apasionado, crecí como persona y además conocí a las personas que actualmente son muy importantes en mi vida, mis amigos. Si pudiera retroceder, sin duda volvería a elegir la misma vida universitaria que tuve, también es verdad que hubieron tantos momentos buenos como malos, y que los bajones de estar lejos de casa o de sentirme con mucho estrés no me los quita nadie, a veces me agobiaba tanto que me bloqueaba y necesitaba parar de hacer todo lo que hacía».
¿Qué enseñanza más profunda te llevas de la ULL o de algún profesor en particular? «Me quedo, sin duda, con el último año ya que, básicamente, consistió en realizar diseños y más diseños, mucha más práctica. Las asignaturas que tenía me encantaban y fue un año muy bonito a pesar de que me pillaran las clases online y tuviera que finalizar de esa forma mis estudios. En cuanto al profesorado, me llevo a muchísimos en el corazón porque fueron muy buenos conmigo y, además, al fin y al cabo, quienes me impartieron clase pusieron su granito de arena en conseguir que hoy sea quien soy. En especial, destaco a Javier Cabrera, un gran profesor y a la vez un buen ser humano».
Sé que tienes una cuenta en Instagram en la cual subes tus proyectos y demás. Cuéntame un poco de ella… «Mi cuenta artística de Instagram la creé durante cuarentena. Empezó porque muchos individuos me hablaban para pedirme algún dibujo en acuarelas, como encargos. Así que comencé a subir ahí esos dibujos para promocionar que los estaba vendiendo. Después seguí subiendo publicaciones diarias ya que en la asignatura proyecto editorial que impartía la profesora Maria Requena, nos retó a subir una creatividad diaria. A partir de ese momento, empecé a subir los proyectos que había realizado tanto personalmente como en el Grado».
