David Martín de Diego, vicepresidente de la Real Sociedad de Matemáticas e investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), se detiene a reflexionar sobre la ciencia de los números: las matemáticas y su importancia en nuestra vida y sobre cómo se investigan en la actualidad. Grandes pensadores de todos los tiempos han pasado horas y horas mirando a la naturaleza, buscando patrones y formas que dieran coherencia al desorden aparente del Universo. Platón, Aristóteles, Pitágoras, Arquímedes, Ptolomeo o David Cox dedicaron a ella sus desvelos. Poetas como Gabriel Celaya, Rafael Alberti o Wislawa Szymborska le han entregado versos. Pero nosotros, los ciudadanos de a pie, parece que las hemos olvidado, relegado a la economía doméstica o huido de ellas en el peor de los casos.
¿Hasta qué punto las matemáticas están presentes en nuestras vidas? Simplemente las vemos al pagar la compra o el cortado del desayuno, ¿o hay más matemáticas rodeándonos, ocultas a los ojos desentrenados? “Las matemáticas están muy presentes en todos los ámbitos. Hay estudios que se han realizado en países como Inglaterra y que están demostrando que el impacto que tienen es muy importante en el PIB. Las matemáticas se están utilizando en finanzas, farmacología, ingeniería aeronáutica… Son matemáticas nuevas que hay que realizar, que hay que explorar. Un país que quiera ser desarrollado y tener un buen futuro necesita muchos matemáticos, y científicos en general”.
«Nuestro trabajo nos gusta, nos divierte y nos conecta con el resto del mundo»
Se tiende a pensar que los científicos están metidos en una habitación rodeados de la tecnología más avanzada para observar lo más diminuto, como los átomos, o aquello tan enorme como las galaxias. Pero, ¿cómo investigan ustedes los matemáticos? “No se puede definir de un solo modo. Al matemático se le suele ver como a una persona solitaria que está encerrada intentando resolver un problema. Pero cada vez hay más interacción entre grupos distintos de investigadores. En mi vida como investigador trato diversos problemas que tienen que ver con la interacción entre la Geometría y la Física, incluso con problemas de ingeniería. Lo que hacemos es trabajar con distintos grupos, con gente que tiene especialidades muy diferentes. En nuestro campo no se trabaja en grupos muy amplios. Dos, tres o cuatro personas ya empieza a ser el número máximo. Esto nos diferencia a otras ciencias, donde pueden llegar a trabajar grupos de hasta cien. Nuestro trabajo nos gusta, nos divierte y nos conecta con el resto del mundo. Permanentemente estamos en contacto con investigadores de otros continentes».
¿Dónde está el límite entre la abstracción de las matemáticas y otras ciencias como la Física o las ingenierías? “Siempre se dice que las matemáticas son el lenguaje de la ciencia. Pero es difícil establecer un límite ya que es algo muy difuso. Muchas veces estás trabajando con ingenieros y estás haciendo ingeniería y matemáticas a la vez. Por eso nos vemos obligados a utilizar nombres compuestos como ingeniería-matemática o física-matemática para hablar de esa interacción. Hay gente que hace matemáticas muy puras, matemáticas sin ninguna aplicación aparente. Hay gente que se pregunta si esto tiene algún sentido hacerlo, si existe una utilidad real. Pero el ejemplo que nos ha dado la historia es que esas matemáticas abstractas que se están haciendo ahora, en cuarenta, cincuenta… o en cien años, van a ser las que realmente se van a aplicar. Para el avance científico es muy importante que las matemáticas vayan avanzando por sí mismas, construyéndose en sí. Luego, otros científicos recogerán esa información y la aplicarán a otras disciplinas”.
«Estamos rodeados de números por todos lados. La gente debe apreciar que nos simplifican la vida y por tanto es muy bueno conocerlos»
¿Son las matemáticas para todos o sólo para aquellos con dotes especiales para entenderlas? “Estamos rodeados de matemáticas de forma constante, están inmersas en nuestra vida cotidiana. Si lo pensamos despacio, estamos rodeados de números por todos lados. La gente debe apreciar que nos simplifican la vida y por tanto es muy bueno conocerlos. Nos ayudan a ser mejores ciudadanos. Para poder comprender los mensajes, las estadísticas, las proporciones, sin dejar que nos engañen, necesitamos saber de matemáticas. Sin ellas es más fácil que nos engañen”.
¿Un matemático piensa distinto al resto de personas? “Practicar matemáticas tiene la ventaja de que nuestra mente se estructura para ser capaz de sintetizar mejor, de distinguir lo que es accesorio de lo verdaderamente importante y de buscar soluciones a los problemas de forma más directa y pragmática”.
¿Cómo se puede conseguir atraer hacia las matemáticas a todas aquellas personas que tras la experiencia escolar han decidido alejarse de ellas? “Es cierto que mucha gente ha tenido experiencias traumáticas con las matemáticas. Pero yo suelo comparar el aprendizaje de esta ciencia con tocar el piano. Muchas veces para aprender una pieza o para componer, tienes que estar todo el día haciendo escalas. Estas son extremadamente aburridas y repetitivas y se confunden con la composición y la música. Mucha gente se aburre con las matemáticas porque se ve haciendo un año tras otro las mismas escalas, las mismas ecuaciones, los mismos procesos. Lo que debemos hacer es captar la atención de un modo atractivo y ameno hacia las matemáticas. Se puede atraer a los jóvenes de distintos modos: juegos, desafíos lógicos o iniciativas de divulgación como, por ejemplo, el Fisquito de Matemáticas de la ULL”.
¿Se enseñan las matemáticas de forma adecuada? «En España hay excelentes profesionales formados en Matemáticas. A veces se ven restringidos o tabulados con programas que vienen impuestos por el Ministerio. Les obligan a ir muy rápido, cuando sería ideal dedicar más tiempo a la reflexión matemática y no bombardear a los alumnos con una avalancha de conceptos. Desde toda la comunidad matemática siempre pedimos que se dediquen más horas a las matemáticas. Porque estas necesitan que el estudiante pueda pensar antes de que le den la solución. Es una pena que por esta falta de tiempo haga que mucha gente se decepcione con ellas».