Wenceslao Peñate Castro es catedrático de Psicología en la Universidad de La Laguna (ULL) y pertenece a el departamento de Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología. Es docente en diferentes másteres oficiales y programas de doctorado en España y Latinoamérica. También es coordinador del grupo de investigación de la agorafobia. Durante la pandemia de la Covid-19, aumentaron un cincuenta por ciento las urgencias por trastornos mentales, según informa el Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona). Ante cualquier pensamiento o conducta suicida, el Teléfono de la Esperanza está disponible las veinticuatro horas del día.
España aumentó en el año 2020 el índice de suicidios, ¿cree que todo se encuentra ligado a la pandemia? «La pandemia significó la presencia de un estrés muy potente. En el caso del suicidio, el riesgo es doble porque a esas posibilidades de ideación suicida se une el hecho de que la depresión también se ha visto incrementada con la pandemia».
¿Por qué las personas menores de veinticinco años tienen el índice de suicidios más alto? «En esa franja de edad, el suicidio es la primera causa de muerte. A partir de la crisis del 2008, las perspectivas de desarrollo social y profesional se han convertido en una fuente de incertidumbres e inseguridades. Esa precariedad ha creado el nivel de desesperanza que hace que algunos vean en el suicidio como una salida».
«Ya existen recursos médicos y psicológicos para evitar los pensamientos suicidas»
¿Cuáles son las conductas suicidas más comunes? «Son aquellos que están más al alcance de cada uno. Así, lo habitual es el consumo de tóxicos, como venenos o fármacos. El segundo grupo son las lesiones autoinfligidas (disparo, ahorcamiento, arrojarse al vacío…). Los métodos extravagantes suelen estar unidos rituales o ciertas conductas bizarras».
¿Quiénes son más vulnerables? «Es probable que exista una vulnerabilidad biológica, pero lo más frecuente es que la multitud que tienen pensamientos suicidas están influenciadas por el contexto en el que viven. Si a esto se une la depresión, el peligro aumenta. Eso no quiere decir que la depresión sea la causa, sino que es un factor que incrementa el problema, pero no es bueno unirlo».
¿Cuáles son las señales para darse cuenta de que una persona necesita asistencia? «Las intenciones de una persona suicida no se identifican claramente. Las manifestaciones de angustia suelen ser un marcador importante. Es bueno tener una buena vigilancia y control para evitar las autolesiones».
¿Existen medicamentos eficaces para tratar la conducta suicida? «Sí. Ya existen recursos médicos y psicológicos para evitar los pensamientos suicidas. El tipo de recurso específico dependerá de cada caso, pero tanto los psicofármacos como las terapias psicológicas facilitan la interpretación de la vida hacia un análisis más racional y más adaptativo».
«Las personas deben regular sus emociones»
¿Cuál es la manera más oportuna de prevenir el suicido? «La prevención más oportuna es prestar apoyo desde un primer momento. Además de promover una buena salud mental, favoreciendo que las personas deben regular sus emociones y aprendan a manejarse en situaciones estresantes».
¿Cree que las nuevas tecnologías tienen la culpa del aumento del número de suicidios? «Sí. Por lo general, las redes sociales suponen una oportunidad para que se distorsione la realidad de la vida de las personas al exponerse a estándares sociales a los que no pueden acceder».
Muchos personajes famosos han intentado quitarse la vida, como por ejemplo Katy Perry o Britney Spears.¿Sus historias de superación podrían influir en las tendencias suicidas? «Creo que esos testimonios son valiosos. Por fortuna, ellas pudieron rehacer sus vidas y mostrar lo errado. Algunas personas que piensan en el suicidio no están haciendo un buen análisis y deben solicitar apoyo».