El cambio climático lleva años tocando a la puerta. Y con el paso del tiempo amenaza con tomar fuerza para derribarla. En las Islas Canarias cerca del 95 % de las energías consumidas provienen del uso de combustibles fósiles, una fuente de emisiones de CO2 que se ha convertido en una de las principales causas del cambio climático. Dadas las circunstancias, en agosto de 2019, el Gobierno de Canarias aprobó la emergencia climática en el Archipiélago, decisión respaldada unánimemente por el Parlamento en enero de 2020.
En aras de una búsqueda de soluciones a la problemática medioambiental, el 2 de diciembre de 2021, es presentada la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030 (ACDS 2030) que, entre otros objetivos, recalca la necesidad de «implementar e incrementar fuentes de energía renovables (solar, eólica, mareomotriz, geotérmica…) que eliminen la existencia de energía basada en combustibles fósiles» hasta un 30 % del consumo total con margen hasta el año 2030.
Ricardo Guerrero, catedrático de Física Aplicada en la Universidad de La Laguna y director del Máster Universitario en Energías Renovables de la ULL, asegura que, actualmente en las Islas, «aproximadamente un 5 % de la energía que consumimos es de origen renovable». Este resultado sale, comenta, analizando que consumimos en torno a un 21 % de energía eléctrica del 25 % del total de energía consumida.
Ese 21 % ha de dividirse entre 4 para obtener el porcentaje real. No obstante, añade que «podríamos sumar que el combustible para los vehículos viene con mezclas en torno al 5 % de biodiésel como de bioetanol, teniendo en cuenta este 5 % sobre el 25 % que representa el transporte terrestre, nos permitiría sumar un 1 % y ponernos alrededor del 6 % de las energías de origen renovable».
El Anuario Energético de Canarias 2020 ofrece una cantidad a estos porcentajes, cifrando en 697,562 megavatios (MW) totales la potencia eléctrica de origen renovable y «concentrada mayoritariamente en las islas de Tenerife y Gran Canaria, con el 45,8 % y el 36,1 %, respectivamente», resalta el informe. A estos datos, el director del Máster Universitario en Energías Renovables de la ULL añade que se desperdicia en torno a un 3 % de esta energía al no conseguir inyectarse en la red de distribución.
Adaptación al territorio canario
Existen muchos tipos de energías renovables: eólica, fotovoltaica, solar, hidroeólica, mareomotriz… Sin embargo, según reza el Anuario Energético de Canarias 2020, la referencia en producción renovable total fue la eólica con un 77,1 % de la generación renovable, seguido de la fotovoltaica con el 19,4 % y la hidroeólica con el 2,4 %.
Guerrero destaca que la eólica «predomina porque fue la más rápida en ser competitiva, pero la que más posibilidades de futuro presenta en el objetivo de cubrir la demanda es la fotovoltaica, especialmente sobre cubiertas». Además, incide en el argumento de la Agencia Internacional de la Energía, que comenta que para 2050, la mayor parte de la generación eléctrica del Planeta será con energías fotovoltaicas. «Ha llegado la última, pero realmente está desbancando a las demás», sentencia el exconsejero del Cabildo de Tenerife.
Con el objetivo de desmentir sobre las dificultades impuestas a la hora de instalar fotovoltaicas, Ricardo Guerrero es tajante: «Las restricciones administrativas, en el caso de las viviendas casi no existen. No necesitas licencia si son menos de quince kilovatios de potencia y no tienes que presentar avales para solicitar esa conexión. Los gastos son más que razonables para recuperar la inversión en unos pocos años».
Gorona del Viento
La central hidroeólica de Gorona del Viento, en el Hierro, comenzó su actividad el 27 de junio de 2014. La energía primaria es la eólica, que proviene de un parque eólico que consta de cinco aerogeneradores y que ofrece 11.5 megavatios de potencia. A continuación, los excedentes eólicos sirven para elevar agua entre un depósito inferior situado en las proximidades de la central térmica Llanos Blanco hacia el depósito superior en el cráter de La Caldera. En situaciones de ausencia de viento, ese agua se deja caer y se produce energía hidráulica.
Santiago González, consejero delegado de la empresa pública, resalta que en la actualidad pueden afirmar que «la mitad de la energía de la Isla se abastece con Gorona del Viento». La otra mitad de la demanda es cubierta por la Central Diésel Llanos Blancos de Valverde. «Gracias a que esa hidráulica sirve de seguridad para la eólica, podemos mantener el 100 % de la energía de la Isla en los momentos que tenemos recursos suficientes. Ahí, podemos apagar los grupos diésel, algo que hemos hecho hasta 28 días consecutivos», destaca.
González sostiene que, debido a la variabilidad de las condiciones en la obtención de energía eólica, la combinación con la hidráulica era «una fuente fija y segura que debido a la altitud de El Hierro permitía construir un salto hidráulico ideal» para generar energía. «Ningún territorio aislado se podría mantener únicamente con energía eólica. Si mandas a apagar unos grupos diésel y deja de haber viento te quedas sin energía», indica.
El futuro en Gorona del Viento se afronta con optimismo. González esgrime el objetivo de optimizar el funcionamiento de la central e introducir energías como la fotovoltaica para potencializar el proceso de producción. Asimismo, pese a que «hemos superado el objetivo del 30 % de energías renovables de la Agenda Canaria 2030», asegura que seguirán trabajando en aumentar el porcentaje de producción y delimitar los usos de la Central Térmica Llanos Blancos.
Crisis energética
La crisis energética que asola el Planeta ha contribuido a acelerar la proliferación de las energías renovables. Ricardo Guerrero argumenta que «estamos tirando más de renovables porque los países de la Eurozona no confían en Rusia para apoyar su abastecimiento energético», aunque afirma que Europa está pagando un precio más caro su rechazo al gas natural ruso en «su empuje a la generación renovable autóctona o endógena».
Otras de las ventajas que subraya es la nula dependencia externa en la sustentación del sistema energético español, y así, evitar conflictos de intereses. «Lo bueno de las renovables es que pueden convertirse en energías de la paz frente a las energías de la guerra. Son un poco más caras, pero con la ventaja de que dormimos más tranquilos», comenta el catedrático en Física Aplicada de la ULL.
El 6 % de energías de origen renovable queda aún muy lejos del objetivo del 30 % de la ACDS 2030. Por ello, Guerrero sustenta que es esencial seguir creciendo en generación renovable, principalmente en fotovoltaicas dadas sus facilidades, a lo que Santiago González agrega el «papel fundamental de trabajar en la demanda y crear una mayor concienciación de hábitos de consumo» a través del autoconsumo para minimizar el consumo de diésel.
Otro paso a seguir según el director del Máster Universitario en Energías Renovables de la ULL es la renovación del parque de generación eléctrico del Archipiélago y sustituirlo por grupos de generación más eficientes y con una mayor descarbonización. «El gas natural es una buena opción para evitar el uso de fueles pesados y gasoil, aunque debe ser un puente en su sustitución por el hidrógeno», adhiere.
Para el exconsejero del Cabildo de Tenerife la clave está en saber «cuándo hay que pisar el acelerador y cuándo el freno», pues no dar los pasos en la buena dirección solamente frenará y encarecerá la generación de renovables. Además, se muestra confiado en derrocar la dependencia de unos combustibles fósiles que son recursos limitados: «En el pasado solamente usábamos energías renovables. Esto del carbón y el petróleo es un invento de poco más de dos siglos dentro de la historia de la Humanidad».
«La tecnología existe, el problema es cuánto dinero estamos dispuestos a gastar. Si es infinito, somos 100 % renovables hoy»
Ambos defienden la necesidad de replicar el modelo de Gorona del Viento en el resto de Islas. «No estamos hablando solo de hacer una central y redimensionarla a otro territorio, sino de la idea de combinar esas fuentes intermitentes con almacenamientos de energía en forma de agua», sostiene González. En este sentido, Ricardo Guerrero destaca que la futura construcción de la central hidroeléctrica Salto de Chira, en Gran Canaria, reúne las condiciones de no partir de cero gracias a las presas de Chira y Soria.
En el proceso de hacer realidad el Salto de Chira, el pasado martes, 20 de diciembre de 2022, el Boletín Oficial del Estado publicó el sistema retributivo de la central, que alcanzará un montante de 589 millones de euros.
«La proliferación de las energías renovables no es una cuestión de si existe o no tecnología para alcanzar el cien por cien renovable. La tecnología existe, el problema es cuánto dinero estamos dispuestos a gastar. Si es infinito, nos hacemos 100 % renovables hoy. Si pensamos en cuidar más el dinero nos lo planteamos de otra forma», diagnostica Ricardo Guerrero.