Hace cinco años, el término criptomoneda era una cuestión incógnita en nuestra sociedad y en gran parte del mundo. Según el asesor de bitcoin y fondos indexados David Déniz, este mercado se basa en «el intercambio de divisas digitales por el método de criptografía para asegurar las transacciones por medio del blockchain».
Gracias al avance de la tecnología, las inversiones de las grandes empresas y particulares en criptodivisas son cada vez más frecuentes y exitosas a largo plazo. Sin embargo, al ser un sistema desconocido, aún no existe una completa aceptación por parte de la sociedad. «Es un porvenir totalmente incierto hasta que las diferentes entidades financieras establezcan una legislación fiscal oficial», apunta Ignacio Escobar, asesor financiero especializado en la capitalización del mercado digital.
La red de compra y venta de criptomonedas llega a la vida diaria de las personas por la búsqueda de un mercado más transparente y digital. «Ya no solo a nivel de finanzas, sino para cualquier proyecto, la tecnología blockchain te ofrece un manejo de datos e información fundamental para cambiar a esta sociedad llena de corrupción», razona Jaime Cabello, asesor financiero especializado en tecnología blockchain.
Una economía digital desconocida
Los dispositivos electrónicos van de la mano con las aplicaciones bancarias y el dinero móvil. La humanidad cada vez se digitaliza más y las criptomonedas son constantemente las protagonistas en el proceso. «Las personas ya saben que existe una unidad de medida con la que pueden pagar y hacer transacciones de una manera más rápida y cómoda a través del móvil», añade Cabello.
Asimismo, David Déniz explica que «el sistema económico de España es totalmente insostenible, mientras que los bitcoins son ilimitados». La sociedad se está dando cuenta que el dinero cada vez vale menos con la inflación y con las criptomonedas cada vez vale más. «Ya se trata de protegerse del sistema de finanzas tradicional y tener otras opciones», apunta Cabello. No obstante, la inversión en criptodivisas puede llegar a ser arriesgada si no existe un buen uso de planificación comercial. «El 70 % de las personas que invierten en este mercado digital no manejan el sistema del mundo financiero, por lo que, sus estrategias terminan siendo muy cortoplacistas», subraya Escobar.
Aun así, las tendencias con este tipo de economía siguen prevaleciendo y modernizando con el pasar del tiempo. Recientemente, se celebró un macrofestival llamado MundoCrypto Metaverse Day en Madrid, organizado por el inversor canario Mani Thawani. El evento contó con la presencia de más de siete mil personas en el Wizink Center. En el acto se realizaron distintas actividades como ponencias con temáticas de economía, criptomonedas y la experiencia bitcoin en países como El Salvador. El objetivo de estas conferencias fue promover el conocimiento de las criptodivisas y metaverso a nivel mundial, por lo que también se transmitió vía streaming por Youtube.
Diferentes sistemas de producción
El mercado digital en el cual se mueven las criptomonedas depende completamente de las estrategias empleadas. Para el método holder solo hay que tener el capital y esperar a ver como evoluciona las criptodivisas, mientras que en el trading y en la minería si es totalmente distinto. No todas las personas pueden invertir en este sistema debido a la falta de tiempo y conocimiento digital que requiere el mismo. En cambio, la minería se basa en el intercambio entre transacciones que son creadas por las máquinas y la recompensa que vendrían siendo las criptomonedas.
La minería en el mundo de las criptodivisas también es muy conocida y exitosa, solo que en España no es muy empleada por los altos costes de máquinas y uso eléctrico en los establecimientos comerciales. Los gastos de infraestructura y mantenimiento serán más altos que las ganancias en este tipo de producción.
No obstante, en países latinoamericanos donde el consumo mensual de electricidad no es tan alto, existen miles de granjas mineras de criptomonedas que han sido de gran evolución económica para su comunidad. «Minar en Venezuela es hasta ahora una experiencia con beneficios ilimitados, no existe la preocupación de coste-beneficio y cada vez aumentan más las posibilidades de producción», apunta David Delgado, administrador residente en España y minador en Venezuela.
Bancos y cajeros independientes, de la mano
El servicio de los criptobancos es una oportunidad única para las personas que están empezando a invertir en este mercado virtual. Muchas billeteras digitales como Binance, Together y Nexo ofrecen la opción de pago de aproximadamente el cinco o seis por ciento de intereses solo por usar sus plataformas para la compra de criptomonedas. Cabello expresa que «la mejor moneda para invertir es Bitcoin, ya que es el oro de las criptodivisas y la más estable«.
Cada una de estas monedas pueden comprarse o servir como método de cambio a través de los cajeros bitcoin, los cuales cuentan con sus propias billeteras y aplicaciones móviles. Los bancos tradicionales que trabajan con el dinero fiat, ya están trabajando con criptomonedas. Muchos de los bancos digitales tienen la opción de compra directa con comisiones caras, mientras que hay otros que están empleando servicios de custodia, como lo es BBVA.
Asimismo, Jaime Cabello añade que «Santander ya utiliza tecnología-cripto, solo que no lo llaman por su nombre para no asustar a sus clientes, pero ya existe un sistema de pago que se llama FX, el cual trata de una transferencia bancaria en criptomonedas que va por detrás al software ripple y así, no nos enteramos de la realidad de los pagos».
No hay duda alguna que es una realidad, las criptomonedas ya pertenecen al mercado comercial digital en nuestra sociedad y así como muchas personas no se fían de esta inversión, hay otras donde ya consideran este mundo como un trabajo directo y sustentable. «Grandes empresas financieras como JP Morgan Chase decían hace unos años que el mercado de las criptomonedas era una basura y ahora mismo es una de las empresas que más compra directa hace y con un éxito irreversible», explica Cabello.
