Un estudio realizado por un equipo de científicos de la Facultad de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge ha revelado que las ovejas son capaces de reconocer rostros humanos. Este ha sido publicado en la prestigiosa revista Royal Society: Open Science. La investigación se ha llevado a cabo realizando diferentes ensayos en ocho ovinos mediante la muestra de fotografías de cuatro celebridades diferentes.
La intención final de este proyecto consistía en que distinguieran al individuo que ya habían visto. Para realizar las pruebas, se les enseñó dos imágenes. La primera, de una persona que se le había mostrado anteriormente, y la segunda, de alguien que no habían visualizado todavía. Cada vez que acertaban eran recompensadas, sin embargo, cuando cometían un error se reproducía una alarma. Se les expuso al mismo ejercicio diez veces y acertaron en un 80% de las ocasiones.
De igual manera, posteriormente se repitió el procedimiento para comprobar si eran capaces de hacer lo mismo con los científicos que experimentaron con ellas. Esta vez, sin ningún tipo de entrenamiento previo. Así, los profesionales llegaron a la conclusión de que eran capaces de hacerlo con agilidad, aunque en esta ocasión se incrementó el porcentaje de error en un 15 %. No obstante, los resultados han sido muy esperanzadores y abren las puertas a próximas investigaciones sobre neurociencia, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas.
El gran tamaño de su cerebro
Por otra parte, esta habilidad de las ovejas se debe al gran tamaño de su cerebro. Normalmente, se ha tratado con ellas para abordar diversas enfermedades neurodegenerativas, como la de Huntington. Esta es una patología de carácter hereditaria que produce un gran desgaste en las neuronas cerebrales.
No es la primera vez que los animales manifiestan de tal forma su gran capacidad intelectual. La propia institución académica ha descubierto en estudios previos que muchos poseen niveles de conciencia casi equiparables a los del ser humano. Es el caso de algunas especies de aves como los loros grises africanos, los cuales tienen la capacidad de manifestar patrones neuronales del sueño, como la fase REM.