El Edificio Central de la Universidad de La Laguna acogió ayer viernes, 14 de febrero, al alumnado del programa Peritia et Doctrina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dedicado a las personas mayores. Sus homólogos tinerfeños los invitaron para compartir un día de actividades conjuntas, encuentro que sirvió, además, para conocer los espacios más emblemáticos de este centro académico. En el Aula Magna fueron recibidos por la rectora, Rosa Aguilar, y por el alcalde accidental, Rubens Ascanio.
Con anterioridad, el grupo visitó el Paraninfo, donde fueron informados de su historia y de su más reciente reapertura. Luego, de la mano del catedrático emérito de Botánica, Wolfredo Wildpret, recorrió los jardines del Patio Central y se acercaron a algunas de las especies autóctonas que allí se alojan.
La rectora les dijo que entre las dos universidades públicas canarias existe «una enorme sintonía» y que se ha generado un «clima de colaboración permanente». Aguilar agregó que las dos instituciones comparten la creencia en el valor social de las universidades públicas. «Nuestros fines principales se resumen en uno: servir de manera incondicional a la sociedad a través de nuestras diferentes actividades, como la docencia y la investigación, y eso es lo que nos diferencia de otras iniciativas privadas», subrayó.
Tres diplomas especializados
Un ejemplo de este compromiso con la sociedad, añadió, son los llamados programas para mayores que también forman parte de la Istitución y que, en el caso de La Laguna, tiene una trayectoria de más de dos décadas. El programa de la ULL ha experimentado algunas modificaciones y, en la actualidad, está estructurado en tres diplomas especializados: uno en Arte y Creatividad, otro en Cultura Científica y tecnológica y un tercero en Humanidades y Ciencias Sociales.
«La universidad debe estar en todas las etapas de la vida y también debe llegar a la mayor cantidad de personas. Gracias a programas como estos nos acercamos a un colectivo que, afortunadamente, tiene cada vez mayor importancia en la sociedad: las persas mayores. La idea de envejecimiento activo ha supuesto una auténtica revolución social, y la reivindicación de personas que pese a haber vivido ya una buena parte de su vida, tienen todavía mucho que hacer, que aprender y también que enseñarnos a los demás», sostuvo la rectora.