La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, y la consejera insular de Educación, Juventud, Museos y Deporte del Cabildo de Tenerife, Concepción María Rivero, inauguraron ayer viernes, 6 de noviembre, el césped artificial del campo de deportes de la Institución académica. El acto también contó con la presencia de la directora insular de Deportes del Cabildo de Tenerife, Laura Castro; la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad, y la directora del Servicio de Deportes, Begoña López Rodríguez.
Este acto iba a celebrarse inicialmente el pasado 27 de septiembre e incluía un partido de fútbol femenino entre los equipos UDG Tenerife y Real Unión Tenerife, pero tuvo que ser pospuesto ante la activación del semáforo rojo por la Covid-19 en Tenerife.
Tanto la rectora como la consejera comentaron durante el momento de descubrimiento de la placa su intención de seguir colaborando estrechamente en esta área, tal y como ha venido sucediendo durante los últimos años. En ese sentido, Aguilar señaló que el Cabildo de Tenerife es un «socio estratégico» sin el cual no sería posible desarrollar la programación deportiva institucional.
Una inversión de 517 280 euros
La instalación del césped artificial ha tenido un coste de 517 280 euros, de los cuales 400 000 fueron aportados mediante un convenio por el Cabildo Insular de Tenerife y la cantidad restante, por la propia ULL. La obra fue entregada el 12 de febrero de este mismo año, y el 31 de marzo obtuvo la certificación de la FIFA, válida hasta marzo de 2023, que la declara instalación apta para la competición.
Pese a su coste inicial, instalar este césped artificial supondrá un ahorro porque no necesita mantenimiento ni riego frecuentes, solamente en momentos de mucho calor para asegurar su flexibilidad. Si las recomendaciones del anterior césped natural aconsejaban no más de 12 horas de uso semanales, el material artificial permitirá un uso prácticamente ilimitado.
Este material soporta mejor las temperaturas extremas y las lluvias, lo que permite que se pueda jugar bajo cualquier circunstancia climatológica, y tampoco necesita ser cortado o eliminar malas hierbas, ni utilizar pesticidas o herbicidas.
