La Universidad de La Laguna le rindió ayer viernes un sincero homenaje a la catedrática de Física Aplicada Catalina Ruiz Pérez, fallecida este pasado mes de agosto. Al acto, celebrado en el Aula Magna de Física y Matemáticas. acudieron varios exrectores, profesores, representantes políticos, estudiantes y compañeros de investigación. Su brillantez científica, su papel como mujer investigadora y su preocupación por la internacionalización de la ciencia fueron elementos destacados por todos los intervinientes.
Carolina Darias, consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno autonómico, admitió no conocer a la homenajeada, con la que, sin embargo, coincidió en el Auditorio Alfredo Kraus en 2017 cuando Catalina recibió el Premio Canarias de Investigación e Innovación. Además, anunció que «queremos que el legado de Catalina siga vivo, y la mejor manera de lograrlo es que los nuevos contratos posdoctorales recién creados lleven su nombre».
Por su parte, María José Guerra Palmero, consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, destacó que Ruiz Pérez estuvo muy preocupada por los aspectos éticos y científicos de la Nanotecnología, su área de conocimiento.
Varias personalidades del mundo académico iberoamericano, con quien Catalina Ruiz mantenía estrechas relaciones, participaron en la sesión de homenaje a través de la emisión de diferentes vídeos. Tanto el rector de la Universidad de Arequipa, en Perú, como varios vicerrectores y profesores, y también de Concepción, en Chile, recordaron la faceta cooperadora de la investigadora de la Universidad de La Laguna, quien les ayudó a formar laboratorios y equipos científicos. Enérgica, trabajadora, colaboradora, todos los participantes destacaron las grandes cualidades de la catedrática de Física Aplicada, quien colaboró enormemente a la construcción de la carrera investigadora de muchos de ellos.
«La Universidad de La Laguna y nuestro país pueden estar muy orgullosos de personas como ella»
Miguel Julve, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Valencia, destacó algunos aspectos del perfil de la agasajada, quien obtuvo cinco sexenios de investigación, fue directora de una decena de tesis doctorales y de cuatro másteres y de 18 proyectos fin de carrera. Participó en 39 proyectos de investigación en convocatorias competitivas, fue usuaria de grandes instalaciones científicas de la Unión Europea y coautora de 255 artículos y capítulos de libro, con más de ocho mil citas y un total de 142 publicaciones en el primer cuartil. «La Universidad de La Laguna y nuestro país pueden estar muy orgullosos de personas como ella, que han contribuido al avance de la ciencia», recalcó.
Pilar Gómez Sal, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Alcalá, destacó el enorme empuje de la homenajeada desde sus primeros años como investigadora, cuando incluso se presentó en un congreso de investigación en avanzado estado de gestación de su primera hija algo que, en aquel entonces, fue revolucionario en ese entorno. Sobre ella subrayó que «contribuyó a que su grupo de investigación, que tenía difractómetro desde muy temprano, algo poco habitual en aquel entonces, fuera internacionalmente reconocido. Caty disfrutaba de su trabajo, disfrutaba de la ciencia y era consciente de que para colaborar había que conocerse».
Artemio Herrero, viudo de Catalina Ruiz, tomó la palabra para agradecer al Centro académico la organización de este evento, así como la participación de investigadores de otras latitudes. En un emocionado mensaje, su compañero de vida animó a los presentes a seguir adelante: «Encaremos los días que vienen buscando la misma tenacidad que ella ejercía en todo lo que hacía».
La rectora, Rosa Aguilar, cerró la sesión recordando el «enorme prestigio» de Catalina Ruiz, tanto dentro como fuera de la universidad, recordó su etapa de vicerrectora de Investigación en plena crisis económica, con la caída de fondos de investigación y sin apenas convocatorias públicas. También hizo referencia a su conocimiento de las plataformas tecnológicas, las agregaciones público-privada y otros entornos científicos aún hoy poco conocidos en España. “Defendía la investigación de calidad en cualquier ámbito. Y mostraba orgullosa la buena ciencia que se hace en esta universidad, de la que hacía gala».
Tras el acto en el Aula Magna de Física y Matemáticas se descubrió una placa conmemorativa.