Esta disciplina emplea el peso corporal del atleta para conseguir mayor resistencia muscular y presentando así más beneficios a largo plazo para la salud que el culturismo, el powerlifting, o incluso el crossfit. Se ha vuelto tan popular en los últimos años, que existen clubes por todo el mundo para sus amantes, como es el caso de Calistenia Tenerife. El objetivo es trabajar grandes grupos musculares al ejecutar los movimientos. Los progresos pueden ser lentos por la técnica tan compleja que exige, pero el resultado es un cuerpo definido, resistente y con unos niveles de fuerza y funcionalidad que se pueden aplicar para todo tipo de actividades. No hace falta nada más que barras espaciosas y bien aferradas al suelo para practicarlo.
En Tenerife, la afluencia de jóvenes que acuden a los parques para realizar este deporte se ha incrementado en la última década y, a raíz de esto, surgió en 2014 Calistenia Tenerife. Se trata de un club fundado por Iván Serrano del Pino y otras cuatro personas. En la actualidad, cuentan con más de 70 miembros de todas partes de la Isla, e incluso de toda la provincia. El núcleo lo conforman también Iván Díaz Contreras y Víctor Manuel Santana, ambos de 25 años, y los veteranos David Nóbrega y Fernando Escobar, quienes con 44 años siguen siendo muy activos en este sentido.
Serrano del Pino destaca el aspecto sociocultural de esta disciplina. «Al practicarse al aire libre hay una gran facilidad para conocer gente de todo tipo. Las actitudes negativas quedan fuera de las barras y se desarrolla una sensación de compañerismo que nos une a todos», afirma.
Los ayuntamientos han escuchado sus peticiones y cada vez son más los espacios habilitados para la calistenia. Uno de los más frecuentados es el Parque La Granja, en el centro de Santa Cruz. El fundador de la agrupación chicharrera destaca que «la demanda es cada vez mayor y gracias a esto, junto con la recogida de firmas, las instituciones públicas han respondido de forma positiva, incluso a la hora de ayudarnos para organizar diferentes eventos».
Efectos positivos sobre el cuerpo
Los más veteranos del club sintieron mejoras físicas en todos los aspectos una vez empezaron a llevar a cabo esta modalidad. Ya venían de deportes, como el caso de Iván Díaz Contreras, que hacía natación. Contaba con un cuerpo atlético, sin embargo, con este tipo de entrenamientos, en los que se lleva a los músculos al extremo de su capacidad sin carga alguna, incrementó mucho más la fuerza y flexibilidad, a la vez que su figura se terminó de definir.
Cuando hacen una comparativa con personas que prefieren las pesas de los gimnasios, los calisténicos aprecian cierta descompensación corporal con respecto a ellos mismos. A pesar de tener un cuerpo musculado, a la hora de realizar ciertos ejercicios como las dominadas, los culturistas no son del todo capaces. «No pueden seguir este ritmo de entrenamientos por muy grandes que sean sus brazos o su espalda, ya que no utilizan la fuerza muscular real. Acostumbran a trabajar con pesos extras que no los permiten experimentar con su propia potencia. Lo único que consiguen es más tamaño porque con las pesas aislan músculos específicos para trabajarlos de forma directa. No obstante, la funcionalidad corporal queda descartada por el poco dinamismo de su práctica. Nosotros, en cambio, incidimos mucho en la posición de las articulaciones y las extremidades para cuidar la estética del movimiento», comenta uno de los integrantes.
Acciones como club
Calistenia Tenerife ha participado en dos competiciones en 2016, pero hoy en día están más enfocados en la organización de reuniones relacionadas con la iniciación y futuras charlas en centros educativos. Aspiran a expandirse más e incluso valoran la idea de crear la primera federación española oficial de calistenia. Asimismo, están en continuo contacto con grupos de diferentes lugares de la península con el objetivo de mantenerse informados de los avances relativos a instalaciones y competencias.
«Hacemos un llamamiento a todas aquellas chicas amantes del deporte para que se sumen y formen parte de esta comunidad. En los inicios, se unieron muchas pero, con el paso del tiempo, han ido abandonándolo y el número se ha visto reducido. Sin embargo, las que se han quedado son fieles a la disciplina, y poco a poco se están uniendo cada vez más», concluye Serrano del Pino.