El docente de la Universidad de Nova, Tiago Viúla de Faria, visitó la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna como parte de las jornadas de Maritime Conflicts and their Resolution in Atlantic Europe. El profesor realizó una charla sobre las relaciones entre Portugal e Inglaterra, y se centró sobre todo, en los mercantes ingleses de la ciudad de Lisboa y los enfrentamientos marinos entre mediados del siglo XII y XIII.
El historiador aprovechó la ocasión para explicar las situaciones políticas y económicas de ambos países y las relaciones que existían entre ambos. Comenzó su exposición afirmando que los comerciantes anglosanjones no tuvieron fácil el comercio pero que con el tiempo recibieron el apoyo de la monarquía portuguesa. Así, en 1373 se firmó la alianza luso-británica, que venía a raíz del tratado anglo-portugués y que se conoce como la más antigua del mundo. Actualmente, sigue en vigencia. Trece años después, en 1386, se firmó el Tratado de Windsor entre estos dos territorios tras el casamiento de Juan I de Portugal con Felipa de Lancaster.
Una vez puesta en marcha la coalición, en 1395, el monarca portugués declaró que cualquiera que no protegiese o atacase a los mercantes ingleses recibiría un castigo severo, y por tanto, «la relación entre los mercaderes ingleses y portugueses pasó de ser tribal a convertirse en una asociación con la supervisión constante de la corona».
Viúla de Faria considera que si no se hubiese dado una relación tan fructífera entre los anglosajones residentes en la capital portuguesa, los lisboetas y la monarquía de estos dos países actualmente los lazos entre ambos no serían ni mucho menos tan extensos. Concluyó reiterando las innumerables ventajas a largo plazo que les ha traído la coalición, subrayando las utilidades para los negociantes, y las mejoras en la economía.