Verónica Moreira, antropóloga y doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, participó ayer jueves, 19 de octubre, en el seminario Jugando al fútbol: entre América y Europa, organizado por el grupo de investigación Fútbol, Cultura y Sociedad y celebrado en el marco del Campus América. En esta presentación, titulada Clubes, comunidades e identidades en el fútbol latinoamericano, la ponente señaló que las sociedades futbolísticas en Argentina son asociaciones civiles sin ánimo de lucro. De este modo, el beneficio obtenido se invierte en actividades sociales, culturales y deportivas. Sin embargo, aclaró que esto no se contrapone al interés por hacer buenos negocios.
Otra de las singularidades que caracterizan a estas agrupaciones, tal y como comentó la conferenciante, es la amplitud de la base de socios que poseen, quienes eligen de forma democrática a los dirigentes de cada equipo, cuyo cargo perdura dos o tres años. No obstante, el presidente del país también toma de posición sobre los mismos e impulsa su transformación en sociedades anónimas. Suscribiendo las palabras del historiador Julio Frydenberg, Moreira aseguró que “la privatización de los clubes destruye la participación de los socios y los aficionados, quienes se organizan para combatir decisiones como estas y evitar la venta del patrimonio institucional”.
“Los dirigentes piensan que aquello que no aporta dinero y rentabilidad debe ser eliminado”
Además, destacó que la participación de los accionistas y los seguidores de los conjuntos es bastante llamativa, «ya que el fútbol es el deporte más importante de Argentina». Al respecto, dijo que «estos últimos muestran su apoyo incondicional a través del fervor y la actitud, ya que un mayor sacrificio por el club se traduce en mayor aguante”. De este modo, los espectadores han hecho la frase “Yo tengo aguante” como signo de su identidad.
Sin embargo, Moreira alertó de que esta dedicación y la defensa del fútbol tradicional se ven amenazadas por el refuerzo de la idea de privatizar las asociaciones por parte del Gobierno, algo que perjudica también a los hinchas. “Los dirigentes piensan que aquello que no aporta dinero y rentabilidad debe ser eliminado”, concluyó.
