La Sección de Filosofía de la Universidad de La Laguna recibió recientemente en su salón de grados, como parte de las Jornadas de Filosofía y Sociedad, organizadas por la cátedra Javier Muguerza, y en colaboración con la Fundación Mapfre, al profesor Roberto Viciano Pastor, catedrático en Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia. Sus principales líneas de investigación se enfocan en el derecho autonómico español, los aspectos constitucionales e institucionales de la integración europea y el constitucionalismo americano.
Durante toda la charla el catedrático denunció el escaso carácter democrático del que adolecen los procesos constitucionales contemporáneos, con el registro de una poca participación ciudadana en la vida política, puesto que no resulta ventajoso a quienes detentan el poder que la soberanía se halle en manos de la ciudadanía. Asimismo, se centró en poner de relieve la necesidad de hablar de democracia y procesos constituyentes, debido a la adulteración de la democratización de los procesos constituyentes,
En palabras del catedrático “las constituciones se han de hacer con un mecanismo en el que esté garantizada la participación de todos los ciudadanos, si nos parece adecuada la reforma, velando por los intereses de la sociedad y no de una élite”. Para Viciano resulta crucial un nuevo proceso constituyente, con un debate más libre sobre cómo se quiere organizar la sociedad española, contemplándose la Constitución como un texto agradable y de interés para todos los ciudadanos.
Modelo girondino
En síntesis, el objetivo perseguido por Roberto Viciano es la recuperación en todos los procesos constitucionales del espíritu democrático jacobino francés progresista del año 1793, suprimida por el bando conservador girondino e instalándose dicho modelo en los procesos constitucionales siguientes.
Para dar cuenta del origen del escaso valor democrático en los procesos constitucionales, el conferenciante se remontó a la época en que se estableció el modelo constitucional conservador mantenido hasta la fecha. El germen está en el triunfo en 1793 del modelo constitucional girondino en Francia, que eliminó a todos los dirigentes del bando opositor jacobino, quienes en ese mismo año habían promulgado una constitución de carácter progresista y democrática, que reconocía el derecho de todos los ciudadanos varones mayores de edad a participar políticamente de manera directa.
El invitado también recordó la persistencia de este modelo constitucional elitista en el resto de países europeos, así como el nulo asentamiento de los procesos democráticos constituyentes hasta la llegada del siglo XX, concretamente finalizada la Segunda Guerra Mundial, pero que duró bien poco. Las consecuencias de esto, explicó el profesor Viciano, son que en el momento presente tenemos unos ciudadanos convocados a elegir a unos legisladores que se autodefinen como Asamblea Constituyente, sin la posibilidad de que la ciudadanía discuta con el sistema económico y social del país en que reside.
