Siempre se ha creído que la agudeza de un animal está íntimamente asociada con su tamaño cerebral. Sin embargo, a lo largo de los años, numerosas investigaciones han asegurado que esto no es así. Tal es el caso del cuervo, que a pesar de poseer una masa encefálica reducida, es una de las aves más inteligentes que existen hoy en día.
Así lo ha detallado un estudio realizado por la Universidad de Lund (Suecia), en el que se ha determinado que estos córvidos albergan una capacidad eficiente similar a la del chimpancé.
El experimento, que contó con la colaboración de investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto Max Planck de Ornitología, consistió en colocar un alimento en el interior de un tubo (prueba del cilindro) transparente con abertura en ambos lados. El reto era conseguir la comida utilizando las aberturas laterales, en lugar de intentar recuperarla directamente. Para ello, primero entrenaron a los pájaros para extraer una recompensa de un tubo opaco y luego repitieron el proceso con el cilindro cristalino.
Los resultados obtenidos estuvieron próximos al cien por cien, demostrándose así que la inteligencia de esta especie no tiene que ver con el tamaño del cerebro sino con otros factores, tales como la densidad neuronal.
Entre las peculiaridades que distinguen a estas aves sobre el resto, destaca su habilidad para realizar movimientos de cabeza similares a los que efectúa la especie humana con las manos, con la finalidad de comunicarse entre ellos. Así, por ejemplo, estos seres son capaces de señalar direcciones con su pico para aludir a un hecho determinado (como lo hacemos nosotros con los dedos).
Otra de sus particularidades es la capacidad de imitar infinidad de sonidos producidos por las cuerdas vocales humanas o por otros animales, como ocurre con determinadas especies de loros. En Norteamérica se puede apreciar como estos grajos imitan el aullido de los lobos cuando estos ven una presa. Con ello consiguen darle pistas a este para que proceda a la captura. Luego, el cuervo se aprovecha de la carroña, que no hubiera podido conseguir de otra manera.
No cabe duda de que estamos ante el ave más lista de la Tierra y una de las especies animales con mayor capacidad eficiente, después de los humanos, los primates, los delfines y los elefantes.
