Juan Diego Betancor, docente adscrito al Grado de Matemáticas de la Universidad de La Laguna y director gerente de la Fundación General de la Universidad de La Laguna desde el pasado mes de julio, afirma que pese a que se han tenido que adaptar al periodo de confinamiento y a las circunstancias especiales de teletrabajo, las cifras acompañan. Resultados similares a los del curso pasado y nuevo alumnado hacen gala de la buena labor que viene desarrollando la Entidad.
Tras dos meses de adaptación desde que se decretase el estado de alarma, la Fundación General ha dirigido toda su actividad al ámbito telemático, tanto la actividad administrativa como la docente y el resto de servicios. Este proceso, apunta Betancor, «requirió de un empeño extra por parte de nuestro personal que se ha traducido en que la actividad esté saliendo adelante». Además, añade que «estamos haciendo una programación habitual de cursos e, incluso, los hemos incrementado para que la gente tenga opciones de formación desde sus casas y puedan aprovechar este tiempo de confinamiento».
Desde el inicio del confinamiento hasta finales de abril, explica Betancor, «hemos impartido cincuenta cursos y cada uno ha tenido una media de quince matrículas, una cifra igual o superior a las del año pasado por estas fechas». Además, subraya que «el reto más difícil era pasar a la modalidad online los cursos de idiomas ya iniciados y la formación de lengua de signos, pero se han mantenido sin pérdida de alumnado».
En cuanto a la certificación del nivel de inglés, el director de la Fundación destaca que «hemos conseguido la implementación de un sistema de evaluación desde casa, cuya certificación sirve para matricularse posteriormente de posgrado, máster o becas Erasmus». Así, cada semana hay una convocatoria de Linguaskills con supervisión remota y que certifica desde el A1 al C1 o superior. «Esto supone un hito importante que pone a la vista nuestra capacidad de adaptación», señala Betancor.
«Observamos con entusiasmo que muchas empresas están retomando el trabajo»
Unas de las áreas con más actividad de la Fundación es Emprende ULL. Por eso, Juan Diego Betancor anima a que «quienes tengan inquietudes empresariales acudan a este servicio para realizar el itinerario que los encamine al éxito. Además, por otra parte, contamos con el SOAL para potenciar cualidades a la hora de competir en el mercado laboral. Muchas veces el alumnado sale con muchos conocimientos, pero no sabe cómo enfrentarse la búsqueda de empleo».
En esta línea, el 25 de mayo se pondrá en marcha la formación gratuita de Capacita, proyecto subvencionado por el Cabildo de la Isla para facilitar la inserción laboral de personas desempleadas, tituladas o estudiantes de enseñanza superior.
Donde más se ha dejado notar el estado de alarma ha sido en las becas de inserción. Así, apunta Betancor, «las personas que disfrutaban de prácticas laborales remuneradas han vuelto a sus casas tras la paralización empresarial, muchas veces sin posibilidad de realizar teletrabajo por la característica de la formación que realizaban. Más de la mitad de estas becas de inserción se han paralizado». No obstante, parece que la situación se revierte: «Observamos con entusiasmo que muchas empresas están retomando la actividad y, al mismo tiempo, admitiendo de nuevo al alumnado en formación».
Para la Fundación el confinamiento no ha sido un freno porque el trabajo no ha parado. Juan Diego Betancor lo tiene claro: «Nuestro objetivo último, también en este tiempo de pandemia, es que el conocimiento y la potenciabilidad universitaria se traslade con la mayor eficacia a la sociedad a través de nuestras cuatro áreas de trabajo: formación, asesoramiento para la empleabilidad, transferencia de conocimiento e investigación científica».
