Investigadores catalanes colaboran en el nuevo telescopio de La Palma

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El Observatorio del Roque de Los Muchachos de La Palma inauguró recientemente el prototipo del Large Sized Telescope (LST-1). Se encuentra bajo la Red De Telescopios Cherenkov (Cherenkov Telescope Array, CTA) siendo el primero con estas características. Para su desarrollo se han necesitado más de 200 científicos de diez países diferentes. Entre ellos, se encuentran varios investigadores de tres centros de investigación de Cataluña.

El Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB-IEEC) se encargó del diseño de uno de los dispositivos de ampliación de la señal. También, el Instituto de Física de Altas Energías de la Universidad Autónoma de Barcelona (IFAE) fue el responsable de la coordinación, control y ensamblaje de la cámara del equipo, así como del diseño y montaje del sistema mecánico que permite girar el telescopio y anclarlo a la tierra y, por último, el Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC) colaboró en el desarrollo del software de control y de los planificadores de observaciones.

En el acto de apertura estuvieron presentes diversas autoridades y especialistas japoneses, ya que el LST-1 cuenta con la participación de la Universidad de Tokio. Principalmente, destacó la presencia del Premio Nobel de Física en 2015 y científico de la institución, Takaaki Kajita, quien había participado en la colocación de la primera piedra hace tres años. También intervino el vicepresidente del centro nipón, Masashi Haneda.

Características


El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) confirma que el equipo tiene 45 metros de altura, 23 metros de diámetro y pesa al rededor de 100 toneladas. Todo ello, se mueve en menos de veinte segundos para captar los rayos gamma emitidos por los fenómenos más energéticos del universo como son los agujeros negros, explosiones de supernovas o estrellas de neutrones. El proyecto CTA albergará un emplazamiento en La Palma y otro en Chile (CTA Sur) para facilitar información sobre el cielo.

Los rayos de este tipo producen poco resplandor y, por ello, se necesitan telescopios con espejos grandes para capturar las imágenes. El LST-1 tiene una superficie reflectante de 400 metros cuadrados que capta y enfoca la luz del Cherenkov hacia la cámara para que los tubos fotomultiplicadores conviertan el brillo en señales eléctricas.

Foto: Instituto de Astrofísica de Canarias

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