El mundo de la ilustración está divido en diferentes sectores, unos más comerciales, otros más underground. Jorge Gallardo ilustra desde hace cinco años y se mueve entre los flujos de los movimientos porque no es etiquetable. Él encuentra en el dibujo «lenguaje y expresión», una suerte de introspección que conforma ilustraciones de carácter sencillo, sobrias pero con mensajes impactantes y que invitan a la reflexión. De esta manera, el joven, que estudió la carrera de Antropología y actualmente cursa Bellas Artes, ha expuesto en el Phe Festival, El Diluvio Universal y Urvanity, seleccionado gracias al programa de Tuenti Urban Art Academy de la ULL.
¿Por qué te haces llamar Jhon Boy? «Empezó cuando comencé con la ilustración hace cuatro o cinco años y fue por una canción de Love of Lesbian. Me gustaba jugar con la subjetividad de la canción porque Jhon Boy se refiere al tipo de artista del que has escuchado hablar y no te gusta, pero vas a un concierto y te engancha. Pero lo importante es que Jhon Boy no es nadie, así que tratar con el hecho de que ese personaje no fuera nadie también me pareció atractivo».
De aquellas masas era el gran insecto
«tiene poderes» llegaste a decir
Creo que lleva media vida huyendo
Quizás le pasa lo mismo que a mi
Club de fans de John Boy, Love of Lesbian
¿Crees que tu arte tiene algo de activismo? «Sí, de hecho mi arte es activismo. La corriente que he estado desarrollando durante todos estos años ha sido buscando la conmoción, el choque y la provocación».
El cuerpo humano está muy presente tus dibujos, ¿por qué? «Me gustaba dibujar el cuerpo de las mujeres porque consideraba que era la belleza. Ahora en cambio, he modificado mi percepción de este concepto, en este momento la encuentro en la subjetividad de los objetos».
¿En qué sentido? «Walter Benjamin hace una teoría sobre el alma de los objetos. En la actualidad estoy trabajando un montón con sillas y este elemento ha transmutado a lo largo de los años. Hace cien años la silla significaba un lugar y una identidad pero con la sociedad capitalista todo ha cambiado, ahora es un objeto funcional que carece de sentido y carácter. Entonces, hemos perdido la esencia de algunos objetos, pero la hemos recuperado en otros, como es el teléfono móvil».
¿Cuál es tu silla en el mundo de la ilustración? «No me considero una persona estática, me diversifico en muchas ramas. En la ilustración encuentro lenguaje y expresión, es como hablarme a mí mismo. No quiero buscar un hueco, prefiero experimentar».
«Hace falta un movimiento social, algo del arte que está oculto»
¿Cuál es la situación del mundo de la ilustración en la actualidad? «Ahora, gracias a las redes sociales, la ilustración ha dado un boom en diez años. Mi trabajo sin estas plataformas no podría conocerse, por lo que tiene una parte buena y una mala. Hay ilustración que es muy conceptual y profunda y luego otra que se basa en el merchandising. Yo estoy a favor de que existan estos dos tipos porque tiene que haber de todo».
En Instagram expones tus obras, pero también haces una crítica a las redes sociales, ¿qué relación tienes con estas? «Hay una relación de amor odio, yo no estoy a favor de las redes sociales pero sé que es algo necesario, no usarlas sería tirar piedras contra mi propio tejado. Las crítico y pienso que son la nueva forma de adoctrinamiento mundial pero no dejo de reconocer que eso me beneficia y saco dinero con ello».
¿Cómo te sientes al poder exponer tus obras al público siendo tan joven? «Es complicado, porque el hecho de ser joven no siempre es positivo, por ejemplo yo empecé hace muy poco a hacer ilustraciones y siempre he luchado por encontrar mi sitio y no siempre te toman en serio».
¿Por qué escoges el dolor como fuente de inspiración? «Porque lo que le da sentido a la vida es saber que te vas a morir. El hecho de negar que existe el dolor hace que se niegue absolutamente todo lo demás, no se puede ser feliz sin saber que existe dolor».
Tú dices que “la sociedad es tan líquida que nada permanece”, ¿esto también afecta a tus ilustraciones o intentas crear obras que perduren? «Yo voy con la intención de mostrar lo que quiero y lo que me apetece en ese momento, no voy buscando una perdurabilidad. Y esto tiene que ver mucho con la sociedad ya que esta no permite que existan cosas más longevas, lo que no significa que sea malo porque hay mucho flujo detrás y lo que sobrevive es lo que realmente cala. Entonces yo considero que es algo bonito».
¿Cómo te gustaría que viera la gente tus obras? «Yo lo que quiero es que la gente sienta cosas, lo que no me gustaría es que alguien lo viera y se quedara indiferente. Busco crear diálogo y que haya alguien a quién le inquiete mi mensaje».
¿Cuáles crees que son los mayores problemas de nuestra sociedad? «Todo se resume en el egoísmo, la pretensión, el ego y la inmediatez».
¿Y esto lo intentas reflejar en tu obra? «Es algo que estoy descubriendo relativamente hace poco. Hay algunas en las que reflejo este tipo de realidades, pero por lo general considero que para criticar este tipo de problemas tienes que ser mucho más trascendental, un dibujo no lo puede ejemplificar. Hace falta un movimiento social, algo del arte que está oculto».
¿Qué ha aportado la carrera de Antropología en tu arte? «El activismo. Gracias a la Antropología y sus filósofos me enteré de qué pasaba en el planeta y qué cosas iban mal, entonces eso fue lo que me motivó a crear esto».