A sus 79 años Santiago Rodríguez vuelve de nuevo al campo de batalla para hacer frente, con ganas y garras, al cáncer de mama. La diferencia entre la primera vez que lo tuvo, hace veinte años, y la detección del pasado 2 de agosto, es que en esta última avanzó muy rápido. Si le ponemos rostro a su adversario, el resultado es un cáncer de mama triple negativo con metástasis en el pulmón. Después del último diagnóstico no deja de luchar ni un solo día, pues acude cada mes a la revisión con su oncólogo sin perder la sonrisa.
La rutina que mantiene es «seguir al pie de la letra el tratamiento (terapia hormonal) por las mañanas y por las noches, acompañado de un ajo al día, entretenerme con mis animales, mis hobbies, y estar con mi familia», confiesa Rodríguez. Añade que «cuando me lo dijo el médico, no me lo podía creer. Otra vez con lo mismo. Pero confío en la ciencia y en la comunidad de especialistas que tenemos en Canarias». En efecto, Santiago Rodríguez forma parte de los setecientos hombres que son diagnosticados en España. Un 1.5 % frente a las 34 740 nuevos casos de mujeres que tienen que lidiar con la enfermedad de forma anual.
«Los hombres también sufren cáncer de mama»
INVI, con sede en Barcelona, es la primera Asociación de pacientes con cáncer de mama masculino en España. Su propósito es acompañar y dar información a hombres con tumores en el pecho. Fundada en el año 2018, aboga por la investigación, el único camino para el conocimiento, y la aplicación de este. Para ello, colabora con entidades como Geicam para conseguir que los interrogantes se transformen en posibles realidades y, por tanto, en esperanza de vida.
Con su lema, Hacer visible lo invisible, y dedicación han conseguido que la concienciación poblacional aumente a un 55,8 %. Los hombres también sufren cáncer de mama, pero el 80 % de los casos se diagnostican tarde por los prejuicios, la falta de información y de investigación. Cuando la enfermedad ya se ha propagado a otros órganos produciendo así metástasis, que se convierte en una enfermedad incurable.
Inciden en la importancia de no cesar con la investigación porque, aunque sea una minoría los que la padecen, los hombres tienen un 49 % más de probabilidades de que no se curen, en contraposición con las mujeres. De hecho, aún no existe medicación para ellos. En la mayoría de los casos los medicamentos inhibidores son hormonales y propios de las mujeres. En los varones actúa de forma que la metástasis no siga avanzando.
«En espacios como la Sala Rosa atienden a personas que necesitan información y soporte asistencial para afrontar su diagnóstico y tratamiento»
Otra de las fundaciones que inciden en la causa es Carrera por la Vida, creada en Canarias. Es una iniciativa solidaria que trabaja para responder a las necesidades y demandas de las personas afectadas por el cáncer de mama. También, tratan de concienciar sobre la importancia de su detección precoz. Los fondos económicos dependen de las actividades desarrolladas por el voluntariado, las donaciones de instituciones, colectivos y empresas.
Un ejemplo de sus acciones benéficas se celebró el pasado 26 de febrero y lograron recaudar 14 000 euros con el I Ciclo Pedaleando por la Vida, para la lucha contra el cáncer de mama. Parte del dinero se destina a estudios de investigación, proyectos e iniciativas. Con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este enemigo tan dañino.
Además, destaca su acción en la atención a las familias perjudicadas mediante foros formativos e informativos junto a profesionales, con la creación de espacios de encuentro y convivencia. En espacios como la Sala Rosa atienden a personas que necesitan información y soporte asistencial para afrontar su diagnóstico y tratamiento. Fomentan la importancia de aprender a realizar la autoexploración mamaria y cumplir con las citas médicas como vías para su previa detección.
«El tumor no sabe de edades, de nacionalidades o de religiones. Es una dura enfermedad y las personas afectadas necesitan apoyo en cualquier lugar del mundo»
Según confiesa Brigitte Gypen, presidenta de la Fundación, la entidad nació como fruto de recibir la noticia que puso patas arriba su vida. «En 2004 me detectaron un cáncer de mama a los 40 años y mi mundo se paralizó. No conocía a nadie que la padeciera en ese momento», confiesa Gypen. No obstante, su ímpetu y el calor de las personas más cercanas hicieron que el proceso de la operación, quimio y radioterapia fuera menos duro. Su sensación al final del trayecto fue de plena satisfacción.
«Me sentía afortunada de haberlo superado, pero también tenía la necesidad de construir un proyecto que permita brindarle el apoyo necesario al resto de mujeres y hombres. Pues siempre tuve la sensación de falta de información», traslada la presidenta de la Fundación. El primer acto humanitario que realizó fue una caminata en 2005, año en el que se funda Carrera Por La Vida, en Santa Cruz de Tenerife. Fomentar la visibilidad del cáncer de mama y demostrar que las personas que la padecen no estaban solas, fueron los principales objetivos de la caminata. Cada año son más las personas que se suman a los eventos benéficos.
Desde la Fundación intentan llevar a cabo eventos deportivos y de ocio para recaudar fondos. Algunos de ellos han sido Nadar por la Vida, Golf por la Vida, Yoga por la Vida, Pedaleando por la Vida, entre otros. «Pero nuestro calendario solidario anual, también, es un medio importante, tanto de recaudación como de concienciación y sensibilización por los colectivos afectados. Una Fundación debe buscar donativos, cuyo fin es poder convertirlos en proyectos para ayudar a personas con cáncer de mama y a sus familias», afirma Brigitte Gypen.
En la actualidad, la Fundación canaria cuenta con un gran altavoz de difusión y el apoyo de organizaciones europeas como Think Pink Europe. Una red para mejorar y acelerar el intercambio de información y las mejores prácticas sobre atención médica e investigación. Desde 2019, reconoce a Carrera por La Vida, por su trayectoria y labor, como su única organización representante en España.
«Algunos países están mas avanzados en el cuidado de pacientes con cáncer de mama, otros no tanto, pero la unión hace la fuerza. El cáncer no sabe de edades, de nacionalidades o de religiones. Es una dura enfermedad y las personas afectadas necesitan apoyo en cualquier lugar del mundo», asegura Gypen. De igual modo colaboran con la primera asociación que investiga el cáncer de mama en hombres en España, Invi. «Es de vital importancia informar a la población de que el cáncer de mama en varón existe para lograr su detección precoz», mantiene Brigitte Gypen.
Antonio, segundo proyecto de investigación en España para acelerar la detección
El pasado mes de diciembre, la Asociación INVI firmó un acuerdo con el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón para impulsar el segundo proyecto de investigación llamado ‘Antonio’. Màrius Soler, presidente y fundador de INVI, afirma que los principales objetivos que pretenden lograr con el estudio son: «La generación de líneas celulares de cáncer de mama masculino derivadas de tumores primarios, selección de sublíneas con potencial metastásico hacia órganos específicos, y estudio de su crecimiento en modelos in vivo». El tiempo que les llevará lograrlo varía entre los dos o tres años, ya que tienen en cuenta los posibles imprevistos que puedan surgirles.
La generación de modelos de tumores en etapa inicial y los que se encuentran más desarrollados harán posible el ensayo de terapias en fases preclínicas. «Comenzaremos evaluando las terapias que se hallan en funcionamiento y que están siendo analizadas con muestras derivadas de mujeres con la enfermedad» asevera Soler.
«Ellos deben sumarse a la exploración de sus pechos»
Soler aconseja a todos los hombres que «ante cualquier síntoma que no hayan visto antes, no duden en acudir al médico de Atención Primaria, para confirmar o descartar su malignidad». En cualquier enfermedad el tiempo es primordial para su pronóstico, actuación y prevención.
Por otra parte, los síntomas en hombres son similares a los del colectivo femenino: un abultamiento más rígido que el resto del tejido mamario, malformación, dolor, inflamación, enrojecimiento y sensación de calor en la zona. Sin embargo, las condiciones del tumor cambian, puesto que alberga un menor tejido mamario en los varones. Esto hace que el tumor sea más fácil de detectar, pero su expansión se produce de manera veloz y con menor probabilidad de curación.
Por estos motivos, «ellos también deben sumarse a la exploración de sus pechos», asevera el fundador de INVI. Pero para que todos puedan conocer las técnicas de exploración, en hombres, se debe continuar investigando y divulgando información veraz. Solo así se lograría que no sientan vergüenza en compartir sus respectivos casos y de hacer visible lo invisible.