Noemí Socas tiene veinticuatro años. Es graduada en Biología en La Universidad de La Laguna. Realizó el máster en Biomedicina en la ULL y, en este momento, se encuentra haciendo su tesis doctoral en esta institución. Forma parte del Programa de Doctorado en Ciencias Médicas y Farmacéuticas Desarrollo y Calidad de Vida siguiendo la línea de investigación Biología y Tráfico de Vesículas Secretoras. Cuenta con un contrato FPI que le permite estudiar y trabajar de lo que le apasiona al mismo tiempo.
¿Qué te impulsó a estudiar el grado en Biología? «No tenía vocación por estudiar alguna carrera. Pero, sí que me apetecía entrar en la universidad. Mi guía fue lo mucho que me gustaba la asignatura de Biología durante bachillerato. Entré muy perdida. No conocía qué salidas profesionales tenía el grado más allá de ser docente. Sin embargo, luego, vas descubriendo las distintas ramas y campos a los que te puedes dedicar».
¿Y a especializarte en Biomedicina? «Entre los pasillos de la facultad es común escuchar: “¿Eres más de botas o de bata?”, y sin duda, yo soy de bata. Me gustan los laboratorios, la genética, la bioquímica y la histología. Este máster iba en sintonía con lo que yo buscaba: la aplicación de la biología en la medicina, es decir, investigaciones para la cura de enfermedades».
¿Qué te aportó tu Trabajo de Fin de Máster? «Mi TFM se basó en cómo fallos en la proteína TDP-43 podían afectar la transcripción de determinados genes dando origen a la enfermedad comúnmente conocida como la ELA (esclerosis lateral amiotrófica). En este punto de mi vida ya me había dado cuenta de que esta era la rama a la que me quería dedicar. Sabía que en España era complicado conseguir un puesto de trabajo afín, pero me quise dar la oportunidad. Investigar es mi pasión. Seguiré formándome, haré el doctorado».
«Lleve a cabo aquello que empezó solo por una idea»
¿Por qué elegiste el Programa de Doctorado en Ciencias Médicas y Farmacéuticas Desarrollo y Calidad de Vida? «Yo quería trabajar al acabar el máster y a la misma vez dedicarme a la investigación. Pero, los puestos de trabajo en empresas privadas son escasos y conseguir financiación en España para estos proyectos no es tarea fácil. Buscando opciones me di cuenta de que en una de las líneas de estudio dentro de este programa ofrecía un contrato FPI durante cuatro años. Es decir, una beca en un proyecto I+D+I. Era mi oportunidad. Un estudio superior al máster, un trabajo fijo y llevar a cabo aquello que empezó como una idea: ser investigadora».
¿Qué líneas de investigación sigues? «Yo estoy en Biología y Tráfico de Vesículas Secretoras. En concreto, en el proyecto Mecanismos para la Acumulación de Neurotransmisores en la Vesícula Secretora y sus Consecuencias Fisiopatológica, el cual se lleva a cabo en el Departamento de Farmacología y Medicina Física de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna».
¿Qué objetivos has conseguido hasta la fecha? «El proyecto para el que estoy contratada no se centra en la investigación aplicada, sino que se enfoca en conocer cómo ocurren las cosas. En concreto, cómo se dan los mecanismos de transporte o de acumulación de neurotransmisores (aquellos encargados de transmitir información de una neurona a otra) en las células cromafines. Es decir, el tipo de célula que elabora neurohormonas, por ejemplo, la adrenalina. Sin embargo, de resultados poco puedo hablar, ya que la investigación sigue en curso».
¿De qué trata tu tesis? «Sobre los mecanismos de captación de los neurotransmisores. Trabajo con la dopamina, aquella que participa en la regulación de diversas funciones como la conducta motora, la emotividad y la afectividad. Debo conocer cómo es el comportamiento de esa célula frente a la incubación de distintos fármacos».
«La ULL me enseñó a estudiar para aprender y no para un examen»
¿Cómo ha sido tu experiencia educativa en la Universidad de La Laguna? «Mi trayectoria en la Universidad de La Laguna ha sido excelente. El grado me enseñó a estudiar para aprender y no para un examen. El máster lo disfruté tanto que todo me interesaba más de lo normal. Era el empujón que necesitaba para creer más en mí y en mis capacidades. Entendí cómo funciona un laboratorio y me introduje de manera indirecta al mundo laboral de “la gente de bata”. Ahora, en el doctorado, soy más autónoma, me siento una profesional y una investigadora».
¿Cómo se puede llegar a formar parte del programa de doctorado? «Para acceder se necesita el Grado, un Máster y, luego, entra en juego lo que exija cada programa. No es complicado entrar al doctorado, lo difícil es conseguir un contrato FPI. En mi caso, mi tutor era el que elegía quién iba a ser el contratado. Era una ventaja. No pedía tantos requisitos como las becas del gobierno, donde hay poca oferta y mucha demanda. Aun así , yo de forma voluntaria me acercaba al laboratorio y contribuía con la investigación. Eso me ayudó a demostrar el interés y las ganas que tenía por ser parte del proyecto».
¿Qué le dirías a futuros estudiantes de Biología? «Lucha por lo que te gusta, dedícate a aquello que te motiva, en donde puedas sentirte realizada como persona y tu implicación le pueda aportar a la sociedad. Eso es gratificante, ya verás. Inténtalo siempre con ganas. Confía en ti y créate tus propias oportunidades. Seguro que tienes las capacidades y la suerte de conseguir hacer aquello que te gusta desde un gran puesto de trabajo, sin necesidad de irte fuera».