«Hay posibilidades de que el Thirty Meter Telescope llegue a La Palma»

Ciencias

Rafael Rebolo es el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), centro de investigación español de reconocimiento internacional. Rebolo se licenció en Ciencias Físicas por la Universidad de Granada, en 1984, y se doctoró en Astrofísica por la Universidad de La Laguna (ULL), tres años después. Además, su labor investigadora también ha estado ligada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, agencia de carácter estatal. Comenzó a dirigir el IAC en 2013, tras tomar el relevo del fundador de la institución, Francisco Sánchez. En 2011, el organismo recibió el reconocimiento Centro de Excelencia Severo Ochoa por parte del Gobierno de España. El experto habla sobre las posibilidades de que el Thirty Meter Telescope (TMT), un telescopio de nueva generación de 30 metros de diámetro, llegue a Canarias.

Su relación con el Instituto de Astrofísica de Canarias comienzó en 1984. ¿Por qué se decantó por este organismo situado en las Islas? «En ese momento, el Instituto tenía la convocatoria de plazas para hacer tesis doctorales en la modalidad de astrofísico residentes. Ese llamamiento se había iniciado un año antes y ofrecía la posibilidad a jóvenes licenciados para estar aquí durante tres años. En la actualidad, estas convocatorias se siguen desarrollando, pero esa fue la que me trajo aquí. Había ganado la plaza y la posibilidad de desarrollar mi tesis en la Institución. Fue un motivo científico el que me invitó a venir a Canarias».

«Dirigir el Instituto de Astrofísica es un desafío diario»


El 2 de agosto de 2013 se convierte en director del IAC. ¿Cómo ha sido su experiencia al frente de la institución durante estos 5 años? «Dirigir el Instituto de Astrofísica es un desafío diario. Existen muchos problemas que hay que resolver constantemente, pero a la vez es muy gratificante estar al frente de una organización que trabaja por la ciencia y que tiene personas muy implicadas. Es importante tener un equipo entregado con la tecnologías, la enseñanza y la divulgación científica. Además, he podido seguir haciendo algo de investigación, compatibilizando ambas labores. Esto me hace pensar que la experiencia ha sido muy positiva».

El instituto es un centro de investigación de reconocimiento internacional. ¿Cree que su localización en las Islas, región ultraperiférica, es una ventaja o un inconveniente? «El centro crece porque hay un cielo especial en Canarias. En las cumbres de las dos islas, Tenerife y La Palma, este tiene características excepcionales para desarrollar la investigación astronómica. No habría sido posible crear un instituto como este en otro sitio. Una vez que se decide que la exploración de ese cielo puede conducir a una investigación puntera, también aquí, el instituto se estructura en equipos de investigación, de instrumentación, de formación y una administración. Todo esto acompañado de los mejores telescopios que hay en el mundo, tanto en el espacio como en cualquiera de nuestros observatorios. Para que esto funcione, hay que realizar una investigación puntera».

Una vez construido, el TMT será el telescopio terrestre más avanzado y potente de la historia, así como el más grande del hemisferio norte.¿Qué posibilidades existen en este momento de que vaya a parar a La Palma? «La intensión inicial es que sea construido en las cumbres de Hawái, pero existe oposición a que se instale en el lugar establecido por razones culturales y religiosas. Se hizo una convocatoria para buscar un sitio alternativo y la ganamos. Ahora mismo, somos el lugar alternativo al archipiélago hawaiano. Las posibilidades de que venga el telescopio no son pequeñas. El conflicto está muy enconado. La situación está en manos del poder judicial y, quizás, esto se resuelva a partir de junio. En octubre de este año, la Junta de Directores del TMT tomará la decisión teniendo en cuentas las sentencias, el nivel de oposición que pueda haber allí y nuestras circunstancias. En la Isla Bonita, los permisos de instalación aún están en trámites porque las autoridades españolas no los han aprobado. En la actualidad, hay un 50 % de posibilidades de que el Thirty Meter Telescope venga a La Palma».

¿Qué podría aportar un telescopio de tanta envergadura? «Tendrá una capacidad óptica tremenda y permitirá abordar programas de observación que hoy en día no podemos realizar con los medios de los que disponemos. Dará la posibilidad de estudiar la composición química de la atmósfera de planetas del tamaño de la Tierra. Esto es fundamental para tratar de descubrir si existe algún tipo de actividad biológica en ellos. Además, proporcionará un abanico de investigaciones a emprender. Es un desafío desde el punto de vista tecnológico, y por consiguiente, científico. En caso de que viniera a parar aquí, nosotros como institución, y la industria relacionada, nos veríamos muy beneficiados».

«Esperamos que la ayuda para el satélite Ariel sea significativa, pero aún no lo podemos afirmar»


El 22 de marzo de este año, salía una información en la que se hablaba de un proyecto, la misión Ariel, de la Agencia Espacial Europea con la participación del IAC. Este estudio pretende dar a conocer cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios y sus atmósferas. ¿Qué papel tomarán dentro del proyecto? «La implicación está aún por decidir. El investigador que lleva este proyecto, el doctor Enric Pallé, tiene que proponer la involucración a nivel tecnológico y científico que tendrá nuestro organismo. Esto se acordará con centros de toda Europa que son los que dirigen el Consorcio que va a desarrollar el satélite Ariel, con el fin de llegar a un acuerdo. La distribución suele hacerse de manera progresiva y en función de los recursos que puedan conseguir de los gobiernos que apoyan estos proyectos científicos. Esto está aún por decidir en nuestro país. Esperamos que la ayuda sea significativa, pero aún no lo podemos afirmar».

En 22 de diciembre, anunciaban que un grupo de alumnos del máster en Astrofísica de la ULL y del IAC detectó, en el Observatirio del Teide, la nova más brillante, junto con otra, en la galaxia de Andrómeda. ¿Cómo ve el futuro de este descubrimiento? «En el cielo, con frecuencia, ocurren fenómenos explosivos. Esto sucede con estrellas de muchos tipos, en particular esta es una nova. Ahora, lo que corresponde a la ciencia es realizar un seguimiento para estudiar su evolución temporal. Estos sucesos ocurren con mucha frecuencia, tenemos múltiples casos que seguir y muchos proyectos que hay que realizar en los telescopios. Estos fenómenos transitorios deben llevar una monitorización a lo largo de tiempo y en distintos rangos del espectro electromagnético. No solo con telescopios terrestres, sino a través de observatorios espacial. Esa combinación de programas es la que hacemos para que todos los equipos de investigación saquen sus investigaciones adelante».

He vivido desde que nací en Buenavista del Norte (Tenerife). Ahora estudio Periodismo en la Universidad de La Laguna y colaboro en el diario digital PERIODISMO ULL. Me he dado cuenta de que estoy en el lugar correcto. Me gusta la música, el deporte, viajar y, sobre todo, la naturaleza.

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