El práctico de puerto no es una figura conocida por la ciudadanía en general, pero tiene mucha importancia ya que su función es asegurar el buen funcionamiento de la actividad portuaria. Su labor principal consiste en asesorar a la capitanía de barco en las maniobras de entrada y salida de los diques, además de velar por la seguridad del medio ambiente en el ámbito marítimo-portuario y ayudar a que no haya mucho tráfico de barcos tanto en el ingreso como en la marcha del muelle. Por lo tanto, queda de manifiesto que el puesto de práctico tiene mucha más importancia de la que se le da.
Carlos Gustavo Delgado Benítez, licenciado en Náutica por la Universidad de La Laguna, es uno de los prácticos del puerto de Santa Cruz de La Palma. Comenta que, para llegar hasta este puesto, tuvo que recorrer un largo y duro camino, donde logró reunir todos los requisitos que necesitaba. Además, obtuvo el título de Capitán de la Marina Mercante, lo que permitió que ostentase el cargo de capitanía en dos de los últimos diez años, siempre en barcos con más de 1000 toneladas.
Por otra parte, añade que una vez superada esa prueba, se presentó a unas oposiciones realizadas por la Dirección General de Marina Mercante. Al aprobar, tuvo un plazo de cuatro años para realizar otros exámenes que llevan a cabo las autoridades portuarias, siempre que estén plazas vacantes. Una vez superadas, pasó el primer periodo de prueba establecido por la propia autoridad portuaria.
El practicaje se define como un servicio universal obligatorio para buques de más de 500 toneladas o cualquier tamaño siempre que a bordo lleven mercancías peligrosas. Este trabajo está dirigido a garantizar la máxima seguridad del puerto en el que trabaje, de las instalaciones portuarias, del buque, del medio ambiente y, por tanto, de la vida humana.
Gustavo Delgado declara que, en el trayecto en la lancha desde la estación hasta el buque, siempre va acompañado por quien patronea la lancha y marinería, que se encarga de ayudarlo a subir hasta el buque. Una vez a bordo, siempre está con el capitán del barco y en algunos casos, con un oficial, ya sea alumnado o marinería.
Además, comenta que un práctico nunca pertenece a la dotación del buque. Como bien sabemos, el trabajo que realizan en los puertos españoles es complicado y conlleva mucha responsabilidad.
“La meteorología condiciona las maniobras a realizar”
El práctico del puerto de Santa Cruz de La Palma reconoce que la dificultad de la maniobra depende de muchos factores, como, por ejemplo, las condiciones meteorológicas que se encuentren en el momento del atraque, o la maniobrabilidad que tenga el propio buque. Declara que para él hay dos tipos de inconvenientes, uno es en el momento del embarque o desembarque del buque, en el que el estado de la mar es lo que más puede complicar la operación. El otro obstáculo que ve es en el momento de la maniobra náutica de atraque o desatraque del barco, en el que el viento se convierte en el mayor condicionante de la operación.
En cambio, a la capitanía de ferris que operan con bastante frecuencia en dicho puerto, se le ofrece una excedencia al uso del servicio de practicaje por acreditar un número mínimo de maniobras y superar unas pruebas que realiza la capitanía marítima. No siempre va a ser posible esta exención, puesto que estas quedan en suspenso siempre y cuando los buques o ferris presenten algún tipo de deficiencia, transporten mercancías peligrosas o cuando estén en preaviso de posible temporal.
En el terreno personal, expone que su vocación marítima vino heredada de su padre, ya que cuando era pequeño siempre le acompañaba al muelle, lugar donde trabajaba y en ocasiones tenía la oportunidad de subirse a alguno de los barcos. Además, añade que sus tíos también ejercían en el mundo de la navegación y siempre que estaban de vacaciones le contaban historias que le hacían aficionarse más a este trabajo. Aunque, aclara que la decisión final de estudiar Ingeniería Náutica la tuvo mientras estudiaba en el instituto.
“Llegar a este puesto es la meta de cualquier capitán de la Marina Mercante”
Al ser nombrado práctico del Puerto de Santa Cruz de La Palma, declara que sintió mucha felicidad ya que llegar hasta este puesto es una de las metas que se propone cualquier capitanía de la Marina Mercante. Otro propósito que se plantean es dirigir un departamento técnico de una naviera y eso él ya lo probó, así que sólo le quedaba ser práctico, por lo que sintió mucha satisfacción al saber que había conseguido su objetivo. Si tuviera que darle un consejo a alguien que esté empezando a estudiar Náutica y su objetivo sea ser práctico, Benítez le diría que tenga paciencia, ya que es un largo recorrido, en el que pasará tiempo lejos de sus familiares, aunque la gratificación de conseguir su objetivo le será muy gratificante y todo quedará en anécdotas que contará a sus allegados.
Según cuenta, este puesto no le produce efectos negativos en la conciliación familiar si lo comparamos con el trabajo de marino, ya que puede pasar mucho más tiempo con sus conocidos. Cuando trabajaba de navegante, solía pasarse mínimo dos meses fuera de casa, aunque luego tuviera otros dos meses de vacaciones. Por mala fortuna, coincidiendo con el nacimiento de su segundo hijo, tuvo que embarcar pocos días después de nacer, regresando ocho meses después. Recalca así, que con el puesto de práctico puede permitirse disfrutar más de su gente.
A todo ser humano siempre le llega el pensamiento de cambiar de lugar de trabajo o de probar suerte en el extranjero. comenta que le ha surgido la idea de cambiar de puesto de trabajo, sobre todo a la isla de Tenerife. Recalca que alguna vez ha salido algún puesto en la isla tinerfeña y han pensado en él para ocupar el cargo, pero por distintas razones no ha aceptado y ha seguido en el puerto de Santa Cruz de La Palma, donde declara que tiene intención de seguir bastante tiempo. Con la posibilidad de ser práctico en el extranjero, declara que, si deseara trabajar en otro país, antes debería pasar los exámenes en el muelle de la ciudad que elija como destino. Por otro lado, afirma que si decidiera trabajar en el lugar donde lo hacía antes de partir, tendría que renovar los requisitos.
Por otra parte, añade que el puerto donde trabaja tiene poco tráfico comparado con los de Tarragona, Cartagena o Bilbao o Las Palmas de Gran Canaria, donde hay un flujo mayor. Además, aclara que hay 250 prácticos a nivel nacional, distribuidos por los diferentes puertos españoles.
“La Casa del Mar es la encargada de cuidar la salud de todas las personas trabajadoras en el ámbito marino”
Viendo el peligro que conlleva realizar el practicaje, en el momento del embarque del práctico al buque o en las maniobras que hacen con estos tanto a la hora de atracar como de desatracar, declara que todos los prácticos tienen tanto seguro de accidente como de responsabilidad civil. Comenta que deben tener seguro si o si ya que trabajan con barcos y ferris que son materias grandes y pesadas.
Aparte de esto, el práctico de Santa Cruz de La Palma declara que el Instituto Social de Marina también conocido como La Casa del Mar es el principal encargado de llevar la vigilancia de salud de toda persona trabajadora en el ámbito marino, tanto marinería como prácticos. Cada cierto tiempo pasan reconocimientos médicos en lo que les revisan sus capacidades tanto físicas, como psíquicas, visuales o auditivas, y dependiendo del estado de salud que se encuentren le pueden dar permiso para trabajar seis meses, un año o incluso dos.
Por último, añade que, en caso de no pasar el reconocimiento médico, les quitan el título de capitán hasta que no vuelvan a pasar las pruebas médicas y demuestren que tienen las capacidades y el rendimiento oportuno para realizar su trabajo. Por tanto, queda de manifiesto que todos los que ejercen el practicaje en los puertos españoles son altamente cualificados.