Fruto de la colaboración entre la Fundación Cultural CajaCanarias y la Obra Social La Caixa, uno de los cuadros más célebres del malagueño realiza una nueva parada en su interminable iter alrededor del mundo. De este modo, la exposición fotográfica Picasso, el viaje del Guernica no solo recopila algunos de los momentos más icónicos del proceso de creación de una de las composiciones más memorables y viscerales de la historia del arte, sino que recrea el recorrido al que se vio sometido el mural como consecuencia del exilio.
En una suerte de memoria geográfica, las imágenes guían al espectador por los enrevesados derroteros que condujeron este cuadro-protesta hacia ciudades tan variopintas como Londres, Munich, Sao Paulo o Estocolmo. Esta nueva selección, de carácter gratuito, estará disponible hasta el 31 de enero en la explanada de la Avenida Francisco de Roche, en Santa Cruz.
Aunque también se acogen visitas de escolares organizadas, el horario para el público general se divide en un turno de mañana, entre las 10.30 a 14.00 horas, y otro de tarde, desde las 16.30 hasta las 21.00 horas. Los fines de semana y los festivos, sin embargo, la apertura se retrasará media hora en ambas sesiones. En cualquier caso, esta exposición, entre histórica y emotiva, invita al espectador a un vuelo con turbulencias emocionales e introspectivas en tanto que el horror reflejado en la propia pintura compite en igualdad de condiciones contra las vicisitudes que se vio obligada a pasar para estar a salvo. Para profundizar más en estos detalles, cada día habrá visitas guiadas a las 12.00 y a las 21.00 horas.
El símbolo de un país roto y oprimido
Picasso pintó el Guernica en 1937, tras el bombardeo del pueblo que le da nombre a manos de los fascistas. Ipso facto, se convirtió en un acto de rebeldía que reivindicaba con urgencia el regreso a la II República. Tras la Guerra Civil, no obstante, emergió como un símbolo de fortaleza ante la represión del régimen franquista. Desde entonces, la brutalidad de esta creación pictórica se ha convertido en la bandera del bando de los oprimidos. Así, en los 70 adquirió un nuevo significado durante la Guerra de Vietnam, mientras que en la actualidad son los conflictos sirios los que no la dejan descansar en paz. Antes de finalizarla, Picasso realizó docenas de bocetos y composiciones distintas hasta alcanzar el estilo depurado, tan propio de su etapa tardía y claramente influenciado por el expresionismo alemán.
Más allá de las muestra itinerantes en las que se ha embarcado, la ruta al exilio del Guernica comienza en Nueva York, donde es acogido por el Museum of Modern Arts (MoMA) hasta que finaliza la dictadura. En esta ocasión, la exposición, que cuenta con el aval del Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento e Santa Cruz y el Museo Reina Sofía, será trasladada a Las Palmas de Gran Canaria el 7 de febrero de 2019. Con todo, el viaje del Guernica se eleva más allá de un recorrido físico e invita a todo amante del arte a realizar un ejercicio de introspectiva a través de una extensa simbología que condensa la herida más profunda de la España del siglo XX: un toro malherido, un caballo descocado y una madre sin su hijo.