Francisco Javier García Rodríguez (
Desde el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de la ULL establece las conexiones con instituciones públicas y privadas en materia de cultura, empleabilidad, extensión universitaria y responsabilidad social universitaria, así como en programas de cooperación en estos ámbitos. Incansable, su gestión está logrando que la ULL esté, en la actualidad, mejor conectada que nunca con la realidad tinerfeña.
Recién comenzado 2018, ¿cómo ha visto el desarrollo del primer cuatrimestre del curso? «El curso está yendo bastante bien. Intenso gracias a los actos enmarcados en la celebración de nuestro 225 aniversario, los cursos de Extensión Universitaria, que han aumentado a 17 municipios, cursos transdisciplinares, conciertos, convenios… Y, por supuesto, el Campus América que congregó a más de tres mil personas en más de veinte seminarios. No paramos de desarrollar actividades».
«Queremos que la investigación, la docencia, los procesos de aprendizaje… se vinculen a las necesidades reales de la sociedad»
La comunicación constante con la comunidad universitaria y con la sociedad de la Isla es marca de la casa del rectorado de Antonio Martinón. ¿Tenían clara esta estrategia? «Ahora está muy de moda lo que se denomina comunicación 360 grados. No tiene sentido una comunicación por una sola vía. Afortunadamente, en la Universidad hemos interiorizado esa necesidad de repensar el cómo comunicamos. Y lo hacemos por muchísimas vías: con nuestros actos, la docencia del profesorado, con las impresiones del estudiantado y, por supuesto, a través del dialogo que mantenemos en las redes sociales. Comunicamos a través de proyectos como el de ustedes, PERIODISMO ULL, que lo está haciendo fantásticamente bien. Además, es una iniciativa que, a la vez de ser útil, es innovadora en el ámbito educativo. Queremos que la investigación, la docencia, los procesos de aprendizaje del alumnado… se vinculen a las necesidades reales de la sociedad».
¿Cómo dignostica el estado actual de la ULL? «Muy saludable. En este curso hemos aumentado el número de estudiantes de nuevo ingreso con alrededor de 500. Hace años que no ocurría y las previsiones apuntan a que continuaremos con la progresión entre otras razones, porque, como ya ha apuntado el rector, ofreceremos más títulos. Vamos a innovar en esa línea y, por tanto, somos muy optimistas. Está entrando, también, profesorado joven que aporta aire fresco y que contribuye al rejuvenecimiento institucional tan necesario».
«Tratamos que las empresas y las instituciones de nuestro entorno colaboren con nosotros»
En sintonía con el espíritu universitario, ¿qué análisis crítico realiza en pos de continuar con esta línea de mejora? «Una de las cuestiones en las que tratamos de hacer énfasis es en lo que el rector denomina el ‘mundo económico’. En este sentido, tenemos un programa de mecenazgo, de patrocinio, en el que tratamos que las empresas y las instituciones de nuestro entorno colaboren con nosotros. Es lo que llamamos las cátedras de empresas o cátedras institucionales. Ese programa consiste en que una empresa o institución trabaje con la Universidad para que se desarrollen actividades de formación, divulgación e investigación. Al primer encuentro con empresas colaboradoras con la Universidad asistieron cerca de 300. Y, en la misma, se produjo ese diálogo necesario con el mundo económico. Todavía hay que fortalecerlo. Tenemos mucho recorrido por delante».
Su papel institucional como vicerrector está claro, pero ¿cómo deben intervenir los distintos centros de la ULL en este proceso de acercamiento a la sociedad? «Las facultades y escuelas tienen sus propios interlocutores con la sociedad en cuanto al ámbito productivo. Los equipos decanales y departamentos tienen que estar pendientes de las demandas de la sociedad para incorporarlas a los planes de estudio. Son un complemento indispensable a nuestra actuación institucional».
«Escuchar y dialogar son actitudes prioritarias»
Como integrante del equipo de gobierno de la ULL, ¿considera necesario mejorar las relaciones con los diferentes grupos claustrales del estudiantado? «Dialogamos con todos los grupos de los distintos sectores. También, lógicamente, con el alumnado. A veces, se consigue que de este diálogo surjan más acuerdos. Entendemos que escuchar y dialogar son actitudes prioritarias».
Existen estudiantes que limitan su paso por la universidad a la asistencia a clase. ¿Qué tiene que decir al respecto? «Animarles a que participen en las actividades que van más allá de lo académico. La universidad es más que asistir a clase y aprobar exámenes. Hay toda una enriquecedora vida cultural, musical, deportiva, asociativa… que también es importante».