Francisco Castro, primer enfermero en entrar en la Real Academia de Medicina

Ciencias de la Salud

Francisco Javier Castro Molina es enfermero de salud mental, historiador del arte y antropólogo. Es profesor de la Escuela de Enfermería de Nuestra Señora de la Candelaria en el Hospital Universitario de la Candelaria, adscrita a la Universidad de La Laguna (ULL). Imparte Bioquímica y Nutrición, Física aplicada a la Enfermería y Educación para la Salud y Enfermería Comunitaria I, además de colaborar en la asignatura de Ciencias Psicosociales Aplicadas y Enfermería de Salud Mental y Psiquiatría a las futuras enfermeras, es tutor de la Unidad Docente Multiprofesional de Salud Mental de Tenerife y es también profesor de Historia del Arte en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Este próximo 6 de febrero se incorpora a la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife como académico correspondiente.

¿Qué función tienen las academias? “La Real Academia Nacional de Medicina inicia su historia en el primer tercio del siglo XVIII en el seno de una tertulia en la botica de José Hortega, al amparo del movimiento ilustrado. En 1733 se constituyó como agrupación de profesionales, inicialmente denominada Tertulia Médico-Chymica-Phisica y posteriormente acabó llamándose Tertulia Médica Matritense. Con la sanción en 1734 del primer rey Borbón español, Felipe V, se aprueban sus estatutos transformándose en Academia. Pero ahí no quedó la cosa, en 1861, el Real Decreto de 28 de abril, se origina una reorganización con la finalidad de fomentar el progreso de la medicina española, formar la geografía médica de España, publicar su historia bibliográfico y crear un diccionario tecnológico médico».

¿Y en nuestra provincia? «En Canarias, desde 1817 se intentó crear el Colegio de Medicina y Cirugía. El proyecto no se logró hasta que en 1880 se crea la Academia Médico-Quirúrgica de Canarias, regida por unos estatutos aprobados a amparo del Real Orden de 14 de mayo de 1886. Actualmente, el Decreto 2861/1970 que aprueba los nuevos estatutos de las Reales Academias de Medicina de Distrito establece principalmente entre sus finalidades las de cultivar y estimular el estudio y la investigación de las ciencias médicas, así como estudiar y publicar la geografía médica del Distrito, además de ser aglutinador de los profesionales en cuestiones sanitarias”.

¿En qué consiste esta incorporación? “El cargo es una distinción en la que se reconoce tu trayectoria y tu trabajo. Los doctores Francisco Toledo radiólogo y catedrático de la Universidad de La Laguna, Manuel Toledo cirujano y profesor de la misma Institución, y Juan Antonio Pino Capote me propusieron”.

¿Hay otros reconocimientos de este tipo? “Sí. El de Académico de Número cuya elección se articula a partir de una votación de los candidatos que libremente se han presentado. Es un estadio superior. A ellos se les unen los Académicos de Honor y los Académicos Eméritos”.

«Mi trayectoria académica es el visado para entrar a la Academia»


¿De qué se trata el ingreso a la Academia?  “Es un reconocimiento público. Me honra mucho incorporarme a esta institución porque soy el primer enfermero que entra en esta Academia fundada a finales del XIX. Hasta ahora, nuestra condición de diplomados universitarios no nos permitía acceder por carecer del grado de doctor. Mi condición de historiador y de profesional de las Ciencias de la Salud ha sido el garante para lograr esta distinción, pero mi profesión, con la que me gano la vida, es la Enfermería”.

¿Qué requisitos se necesitan para entrar a la Academia? “Tu trayectoria académica es tu visado de entrada (proyectos de investigación, tesis dirigidas, publicaciones relacionadas…). La verdad es que tener un pie en muchos sitios me ha ayudado. En Antropología, en Historia del Arte, en Ciencias de la Salud, codirijo una tesis en Navarra de Arquitectura, por la proximidad que he tenido con la historia de los hospitales…”.

¿Qué otros proyectos realiza? “Organizo el Encuentro de Historiadores. Lidero el grupo de la línea de investigación de la Historia de la Enfermería en particular y de las Ciencias de La Salud en general. No se entiende una sin la existencia de la otra.  La ciencia bebe de todas las fuentes. La Sección de Enfermería de la ULL promueve el evento, pero trabajamos en colaboración con otras disciplinas. A lo largo de nuestra existencia, las enfermeras siempre hemos sido subalternos de otras categorías y esto ha cambiado gracias a que nos hemos constituido como profesión. Hoy se habla de equipo interdisciplinario, que es el que presta la asistencia  a los usuarios de la red de sanitaria”.

¿Cómo fue el último Encuentro? “Un éxito. Logramos que estuvieran presentes representantes de los Colegios Oficiales de Médicos, de Psicólogos, de Farmacéuticos y de Enfermeros, sin contar el apoyo que desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna se nos brindó. Me produjo mucha satisfacción por la acogida que tuvo. Tras dos ediciones con carácter bianual celebradas en nuestros cinco años de existencia, desde la junta de la Asociación nos planteamos el dar un reconocimiento público a instituciones o personas por haber tenido un papel destacada en la Historia de las Enfermeras. Nuestro primeros reconocimientos fueron para el Colegio Oficial de Enfermeros de Santa Cruz de Tenerife que ha ayudado en la creación de nuestro grupo de investigación, el blog Enfermería Avanza por sus diez años de trabajo en el fomento de la Historia de la Enfermería y la Escuela de Enfermería de la Candelaria por su cincuenta aniversario”.

«Agradezco mucho a los que han depositado su confianza en mí»


¿Por qué dieron estos reconocimientos? “Tanto José Ángel Rodríguez, presidente del Colegio de Enfermeros de Santa Cruz de Tenerife, como el resto de los miembros de la Junta de Gobierno, han depositado su confianza en mí para liderar el grupo de historia que hemos creado tras el Centenario del Colegio celebrado en 2012. Le agradezco mucho que me haya ayudado a crear la línea de investigación facilitándome los ingredientes necesarios para poner en marcha esta iniciativa. Por ello, después de los cinco años de existencia, era una obligación que en el Encuentro se le dieran las “gracias” mediante esta mención al Colegio. Con el trabajo incansable de Natalia Rodríguez Novo, la secretaria-tesorera y ejecutora del diseño de toda la imagen corporativa de la Asociación y el resto de los miembros que conforman el Seminario, no hubiera sido posible materializar esta idea y los encuentros científicos que hemos realizado”.

¿Qué han conseguido hasta ahora? “Una de las cosas más importantes que hemos logrado, es difundir el descubrimiento de un reglamento que se implantó en el Hospital Civil de Santa Cruz de Tenerife en el que se recoge la creación de la categoría de la primera directora de enfermeras, lo que pone a Canarias como líder en la profesión enfermera a nivel nacional. El tener una enfermera directora en 1936, nos pone por delante de toda España a nivel de la gestión de los servicios sanitarios. Y esto ha sido un descubrimiento logrado por el Seminario Canario Permanente de Historia de la Enfermería”.

¿Qué funciones tenían las directoras de enfermería? “Las mismas de hoy. Actuaban dentro del consejo rector del hospital con la misma potestad que tienen en la actualidad”.

¿Cómo trabajan para llegar a estos resultados? “Cada uno hemos aportado nuestro granito de arena. Hemos encontrado el primer reglamento a través de una línea de investigación que hemos ido conformando progresivamente con gente que no es afín a la historia, lo que ha conllevado aplicar un plan formativo que los faculte para el proceso investigador”.

«Detrás de cada descubrimiento hay mucha investigación»


¿Cómo se consiguen estos resultados? “Ha sido un amplio trabajo de documentación. Por ejemplo, yo tarde diez años en trabajar mi tesis. Abarqué desde el siglo XVI hasta el XX y abordo la historia de todos los hospitales en Canarias. Mi trabajo se compuso de casi unas 800 páginas y con él conseguí la máxima nota. De esta investigación he sacado el epígrafe del libro que acabo de publicar con los incombustibles hermanos Toledo, Francisco y Manuel, Hospitales y médicos notables de la provincia de Las Palmas. A él se une el que la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna ha publicado y que presenté en noviembre del año pasado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Con la obra, abordé la historia del Hospital de San Sebastián de San Cristóbal de La Laguna, nosocomio importante, no solo por ser uno de los primeros de la ciudad de los Adelantados, sino porque fue el lugar que escogieron los Hermanos Betlemitas, orden encargada de los cuidados de los enfermos en Guatemala, para instalarse en la isla que vio nacer a su fundador, el hermano Pedro”.

¿Qué destaca de lo que ha encontrado en sus descubrimientos históricos? “Que no le damos importancia a hechos de bastante trascendencia. Por ejemplo, en un documento del siglo XVIII, figura que el hermano Pedro, que es uno de los dos santos que tenemos en Tenerife junto al Padre Anchieta, fue uno de los grandes enfermeros de la historia que quiso instalarse aquí cuando la Orden Bethlemita llegó a las islas, en lo que hoy es el actual asilo de ancianos”.

¿Qué le aporta todo este trabajo? “Amo lo que hago. Mi remuneración por toda mi labor es la satisfacción de poder dar a conocer la historia de los hospitales y poder sacar del olvido a aquellas enfermeras que se han entregado a la profesión. Este trabajo solo busca dejar un grano de arena más para conocer a aquellos profesionales de la Enfermería que cuidaron a los canarios en nuestras islas, antes, durante y después de la Conquista.”.

¿Qué persigue con esta labor? “Actualmente estoy muy interesado  por trabajar y sacar a la luz la historia de las enfermeras, los practicantes y las matronas. Llevamos ya un tiempo largo en que andamos luchando por ganarnos nuestro hueco en la sociedad y que la profesión por fin sea reconocida, cosa que hoy por hoy ya hemos logrado. La figura de la enfermera está presente en la sociedad. Aún así, debemos continuar enseñando cual es nuestro papel”.

¿Cómo hace este trabajo de investigación? “En los archivos, Provincial o del Cabildo, o con grabadora en mano, para recoger la experiencia de tantas y tantas personas que, durante muchos años, han cuidado a los canarios. Esta es una actividad que lleva muchas horas de trabajo y que procuramos que sea difundida en nuestra publicación periódica, la Revista Egle, abierta a todos los profesionales de las Ciencias de la Salud que quieran dar a conocer sus trabajos sobre la historia”.

«Mi objetivo, hoy, es descubrir quién fue la primera directora de enfermeras en el Hospital Civil»


¿Por qué eligió esta profesión? “No lo sé. Había algo en mi fuero interno que me llevó a ello. Es verdad que mi infancia pudo tener algo que ver. Cuando iba a pasar el verano con mis abuelos en León, mi tía que trabajaba en el Hospital Psiquiátrico de Santa Isabel como enfermera me llevaba con ella en alguna ocasión de visita. Los pacientes a los que cuidaba me trataban muy bien y eso hizo que desarrollara afinidad, proximidad y apetencia por trabajar y ayudar a personas con problemas mentales. Tengo muy buenos recuerdos de aquella época. De hecho cuando regreso, en muchas ocasiones aquella época vuelve a mi mente y dibuja una sonrisa en mi cara”.

¿Qué tiene pendiente? “Mi objetivo es, hoy por hoy, descubrir quién fue la primera directora de enfermeras que existió en el Hospital Civil. Eso es en lo que estoy trabajando en la actualidad. Tras el incendio de 1888 en el que quedó arrasado el establecimiento sanitario unido al traslado del hospital en 1971 al emplazamiento actual, el Hospital Universitario de Canarias, muchos de los documentos se han perdido o están diseminado por numerosos lugares. También ando metido en un proyecto muy interesante que comparto con la doctora Ana María Díaz Pérez, presidenta de la Tertulia del 25 de julio, con el que queremos narrar la historia del primer Hospital Militar, el que estaba ubicado donde hoy es asienta la Capitanía General de Canarias”.

¿Cómo llega a esta documentación? “Depende del lugar de consulta. Accedo a través de permisos concedidos por la Administración. Son tanto los días que uno gasta en los archivos, que el personal te conoce y colabora de lleno con mi trabajo. Son esos profesionales que allanan el terreno de una forma amable”.

«El Museo de la Historia de las Enfermeras de Canarias es la apuesta»


¿Qué otros proyectos tiene en mente? “El Museo de la Historia de las Enfermeras de Canarias, que está proyectado para La Laguna, es la apuesta. Eso sí, soy consciente de que es una desafío muy alto. Es necesario que la labor de la enfermera sea conocida por la sociedad, desde los más pequeños hasta los más grandes. Además este año va a ser el momento de expandir las fronteras’ de las dos publicaciones periódicas que lidero: la Revista Española de Enfermería de Salud Mental  y la Revista de Historia de los cuidadores profesionales y de las Ciencias de La Salud”.

¿Y los más inmediatos? “Me he propuesto, dentro del proyecto de la Asociación Canaria de la Historia de la Profesión Enfermera, que debemos conformar una fonoteca con entrevistas a todos los practicantes, matronas y enfermeras de la isla de Tenerife que todavía están con nosotros. Recoger esos testimonios en un documento sonoro que permita seguir investigando.  Junto a éste, está el presentar el primer Manual de la enfermera de salud mental en el XXXV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental que este año celebraremos en Santiago de Compostela, documento que he elaborado junto con el presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental, el doctor Francisco Megías”.

¿Cuál es su máxima para conseguir sus objetivos? “La ilusión por lograr las cosas. Tenemos que cumplir nuestros sueños, para lo que hay que poner lo mejor de nosotros. Existe una frase de Víctor Hugo que para mí es filosofía de vida: ‘El futuro tiene muchos nombres: para los débiles es inalcanzable, para los temerosos es desconocido, para los valientes es oportunidad’”.

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Humana y defectuosa como cualquiera, soñadora y luchadora, fiel a mis convicciones y leal a mí misma. Creo en lo que quiero y persigo mis metas hasta el cansancio; no me entrego fácilmente porque me encantan los retos.

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