El seminario de Extensión Universitaria Artificial Intelligence after the pandemic: trends and challenges desgranó la complejidad jurídica que lleva aparejada la sofisticada tecnología de la combinación de algoritmos. La actividad divulgativa, celebrada el viernes 4 de marzo, fue una iniciativa conjunta de la Cátedra Cultural Francisco Tomás y Valiente y del Vicerrectorado de Cultura, Participación Social y Campus Ofra y La Palma. El encuentro contó, además, con la intervención de Małgorzata Węgrzak y Anna Podolska, profesoras de Derecho de la Propiedad Intelectual de la Universidad de Gdansk.
La inteligencia artificial representa uno de los objetivos tecnológicos más ambiciosos de España y de la Unión Europea. Sin embargo, y al igual que ocurre con toda herramienta informática, las cuestiones éticas son la base para propiciar la correcta interacción entre las personas humanas y las máquinas. Así lo dejó entrever la docente Wegrzak al resaltar que la aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito militar podría deparar consecuencias drásticas para la sociedad. En consonancia, la experta mencionó la monitorización de operaciones de vigilancia en los distintos estados, las cuales podrían desembocar en un control masivo e indiscriminado de la ciudadanía.
Por otra parte, señaló que las técnicas de combinación de algoritmos presentan todas las papeletas para sustituir al capital humano como principal factor productivo. En consecuencia, dijo, se impacta de lleno con el principio regulador de que la inteligencia artificial debe representar una fuerza para incrementar el bienestar.
La profesora Podolska estableció cinco máximas que vertebran las aplicaciones de esta tecnología disruptiva: «Respeto de los derechos fundamentales, la no discriminación, la complementariedad de equidad y seguridad, la transparencia, imparcialidad y justicia, y el precepto de supeditación al poder del usuario».