La pandemia de la Covid-19 ha ejercido una presión extraordinaria sobre los hospitales y ha acentuado la necesidad de lidiar con el bienestar emocional y los problemas relacionados con el estrés del personal sanitario. Un estudio publicado por las investigadoras en Psicología de la ULL Naira Delgado y Helena Bonache, en colaboración con la University College of London, ha analizado el efecto de los componentes empáticos y la inferencia de los estados mentales de pacientes con las dimensiones de desgaste profesional o agotamiento mental en profesionales de la salud.
El Burnout o síndrome de quemarse por el trabajo es uno de los problemas de salud más frecuentes que se experimenta en el sector sanitario. Este síndrome se compone de agotamiento emocional, despersonalización hacia los pacientes que se atiende y falta de realización personal en el trabajo. Se relaciona con graves consecuencias para la salud como problemas de insomnio, irritabilidad, ansiedad, depresión y consumo de drogas.
Aunque es un síndrome ampliamente estudiado, se conoce muy poco acerca de la relación que existe entre la empatía y los diferentes componentes del Burnout. Así, mientras que en algunos estudios se ha identificado que la empatía puede reducir los niveles de Burnout, otros estudios muestran que los niveles más altos de empatía se relacionan con niveles más altos de Burnout. Ante estas inconsistencias en la investigación previa, este equipo de investigación de la Universidad de La Laguna se ha propuesto identificar qué componentes de la empatía pueden estar relacionados con cada una de las dimensiones del Burnout.
Según las profesoras Naira Delgado y Helena Bonache, los resultados de este estudio dan cuenta de la compleja relación que existe entre empatía, inferencia de estados mentales y burnout en el contexto sanitario.