Trabajar, trabajar y más trabajar. Trabajar para poder comprar. Comida, ropa, tecnología, juguetes, servicios… Dormir y volver a trabajar para seguir comprando. Un ciclo sin fin en el que estamos inmersos. Una bola que crece y que parece alimentarse a sí misma. Una esfera que Isabel Laso, alumna de cuarto curso del grado de Bellas Artes, ha decidido representar a través de vaqueros enrollándose en sí mismos.
Su trabajo de fin de grado conforma una trilogía crítica con la sociedad consumista globalizada en la que vivimos. Las obras que la componen son Mirada útil, Esfera y Cascada de Consumo. La segunda, la inmensa figura geométrica que tanto fascinaba a Euclides, surge a través de un trabajo de postproducción, en el que parte del manto de tejanos de Mirada útil se enrolla sobre sí mismo, se retuerce y da lugar a la complejidad social en la que estamos inmersos.
La idea de utilizar tela vaquera surge porque su autora la identifica como máximo símbolo de la homogenización y extensión geográfica del consumo. Una prenda que se utiliza tanto por hombres como mujeres; por adultos, ancianos y niños; que se puede observar en cualquier parte del planeta, en todo tipo de cultura.
La creación de Mirada útil, que posteriormente derivó en Esfera, fue un proceso lento. Su autora tardó más de un mes en conseguir todos los pantalones necesarios para crearla. Después, tuvo que desmontarlos para finalmente volver a unirlos, cosiendo manualmente, con un hilo de cáñamo para que fueran muy visibles las costuras. Hubiera tardado mucho menos en realizar esta tarea si hubiese cosido cada pieza a máquina, pero afirma que entonces la obra habría sido una suerte de manufactura, que acabaría cayendo en el sistema que pretendía criticar.
En más de una ocasión Laso tuvo que sacarla de los talleres para poder trabajar cómodamente con ella y observarla en plenitud de sus dimensiones. Ante la pregunta de cuantos vaqueros ha tenido que utilizar para crear la Esfera confiesa no haberlos contado. Simplemente se dedicó a coser manualmente uno tras otro, hasta sentir que eran suficientes.
Sus influencias fueron artistas tan visuales y críticos como Ibrahim Mahama y la pareja formada por Christo y Jeanne-Claude. Quienes con sus grandes creaciones consiguen que todo el mundo se detenga, observe y reflexione. Para Laso esta es la principal labor del arte y lo que pretende conseguir con su Trilogía. Trata de que todo aquel que se detenga frente a la Esfera reflexione sobre el modo de vida y de consumo tan acelerado que llevamos en occidente. Que se plantee realmente si la estructura a la que pertenecemos, el globo terráqueo del que somos parte, está conformada por valores sólidos o si está hueca y amenaza con colapsar sobre sí misma.
Una llamativa pieza que ha estado paseando por las instalaciones de la Facultad de Bellas Artes para transmitir el mensaje de que vivir para trabajar y gastar no es vida.