El doctor Enrique Enríquez Hernández, especialista en Estimulación Cerebral no Invasiva, aseguró ayer en el Colegio de Médicos de Tenerife que enfermedades como el alzheimer, parkinson y otras, pueden retardarse gracias a ultrasonidos no invasores.
El alzheimer afecta a unas 800.000 personas en España, y un cuarto de ellas aún no se han diagnosticado. Según el informe de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), este es el tercer país del Mundo con mayor proporción de demencia entre su población. La esperanza de vida de cada nación influye en dichos datos. Cuanto más se alarga la edad de las personas, más probabilidades tienen de sufrir trastornos degenerativos.
Enríquez Hernández afirmó que «en la década de 1950, los hermanos Fray estudiaron los ultrasonidos que invadían una área determinada del cuerpo sin dañar el tejido circundante y que este método no invasivo minimiza las complicaciones quirúrgicas». Sin embargo, añadió, «no es hasta el siglo XXI cuando se empieza a aplicar en enfermos».
Las ondas que hacen de guía y control se dirigen específicamente a las zonas afectadas. Son útiles para el dolor crónico, los temblores y la depresión. Además, “se prevé que el uso de esta tecnología tendrá un impacto en la investigación del cerebro y puede ofrecer nuevas soluciones para la cura de enfermedades neurológicas y trastornos psicológicos», destacó Enríquez.
El problema aún sin resolver de los ultrasonidos es la posibilidad de que estos ocasionen procesos de muerte celular, ultimó el doctor.