El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias continúa colaborando en la lucha contra el coronavirus. Así, su director, Jacob Lorenzo, apunta que «se han solicitado varios proyectos vigentes enfocados a mejorar el diagnóstico y permitir que este sea más rápido, de menor coste y sin perder eficacia». Además, indica que «también hemos puesto en marcha otros relacionados con tratamientos efectivos para eliminar el SARS-CoV-2, que es como se denomina el virus causante de la enfermedad».
Esta no sería la única medida tomada para ayudar a frenar la pandemia. Desde finales de enero, el Instituto ha ofrecido sus instalaciones al Servicio Canario de Salud para realizar los test de detección, propuesta que, pese a contar con el visto bueno de la rectora, todavía no ha sido aceptada. Por el momento, solo han habido apoyos puntuales entre ambas instituciones en casos relacionados con Sanidad Exterior.
De aceptarse la oferta, se actuará siguiendo los criterios establecidos por el Ministerio de Sanidad y la Comunidad Autónoma de Canarias. Tendrán prioridad las personas que trabajan en sanidad y los centros de mayores. A continuación, los pacientes que cumplan los requisitos estipulados en el protocolo vigente. Debido a la escasez de instrumentos para protegerse, como guantes o mascarillas, solo podrán realizarse en torno a 200 y 300 pruebas.