El Encuentro de Historia sobre la Transición en Canarias 2017 acogió en su última jornada, que tuvo lugar el 28 de abril, una charla sobre Coronas, estrellas y canes. El conflicto nacionalista en Canarias (1971-1983). Néstor García, licenciado en Historia, fue el encargado de impartirla.
En ella, se centró en el origen de la bandera de las Islas y su relación en un principio con los movimientos independentistas. Así, la primera que llevó su tricolor característico fue creada por el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC).
Esta primera versión contaría con siete estrellas verdes de cinco puntas, que serían posteriormente desechadas por su vinculación con esta organización. Según contó, a partir del año 75 empezó a popularizarse su uso por los residentes. “Ya por aquel entonces era un símbolo del pueblo. Sin embargo, su aparición en los movimientos era muy limitada, con la única presencia contrastada en dos manifestaciones, una en Tenerife y otra en Gran Canaria”, explicó el ponente.
Según García, a partir del año 1977 es cuando sindicatos, partidos políticos e incluso empresas empiezan a utilizarla. A pesar del conflicto entre España y los separatistas, todavía existente en ese entonces, la bandera es permitida por su paulatina desvinculación con estos movimientos.
«El resultado final de la bandera oficial fue promovido por la Unión de Centro Democrático»
García relató que, a pesar de que en un principio la consigna contó con la aceptación de todos los partidos menos Alianza Popular, en los años posteriores generó mucha polémica. Así, puso de ejemplo las palabras del periodista Luis León Barreto, que llegó a decir que el MPAIAC pretendía implantar una versión con media luna a imitación de los países árabes.
En 1980 tuvo lugar la decisión de posicionar el blanco, azul y amarillo y el escudo de la misma forma que se conserva hasta la actualidad. «El resultado final de la bandera oficial fue promovido por la Unión de Centro Democrático», aseguró el ponente.
El historiador concluyó diciendo que, con el paso de los años, el resto de partidos fueron dándola por válida y, en 1982, solo el Partido Comunista de España defendía la versión con las estrellas verdes. Finalmente, en 1983 el presidente del Parlamento Canario entregó la bandera a los representantes de cabildos y ayuntamientos del Archipiélago, finalizando así simbólicamente este proceso de elección.