Una semana después de la celebración de las novatadas de Medicina de la Universidad de La Laguna, los testimonios a favor y en contra se siguen sucediendo. Guadalberto Hernández, catedrático de Fisiología y profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud, muestra otra perspectiva diferente a lo expresado ayer jueves en este mismo diario por Rafael Martínez Sanz, vicedecano de la Sección implicada. «Respeto mucho el derecho ancestral del ser humano a festejar, pero creo que las infraestructuras y mobiliario de instituciones públicas no se deben maltratar. Fue un espectáculo poco edificante y va en contra de los valores que debe transmitir un centro universitario», asevera el docente.
En esta línea, Hernández apunta que también se interrumpió la actividad investigadora y clínica. «El olor que desprendía la masa de la que estaban impregnados los alumnos traspasaba las paredes, y a mi departamento llegó», subraya. Asimismo, admite que no fue el único en verlo con sus propios ojos, sino que también hay profesores, personal de laboratorio, limpieza y administración y servicios que coinciden en su parecer.
«Estropearon mesas, se metieron en los baños y los ensuciaron»
Con quien no coincide el catedrático es con el vicedecano: «Lo que dijo no es cierto. Parece que no pasó nada. Los alumnos consumieron alcohol casi desde el principio, estropearon mesas, se metieron en los baños del Edificio y ensuciaron estos últimos para desgracia de las señoras de la limpieza el lunes».
Para Hernández, la Universidad es algo que considera suyo, por lo que cree que debe cuidarla y denunciar situaciones de este tipo. Como profesor de la Facultad está citado el lunes en el Decanato de Medicina y allí, tal y como remarca, volverá a expresar unas opiniones y quejas que ya ha remitido por correo al vicedecano de la Sección y al vicerrector de Estudiantes. «Sé que hay múltiples visiones, que muchos hablan de que se han sacado las cosas de contexto, pero debe haber contraste y yo no me estoy inventando nada», concluye.