La ilustradora Paula Bulma Artiles, más conocida en el mundillo artístico como Trazando en un mostacho, está comenzando a labrarse su carrera como dibujante profesional. Tiene algo menos de 2000 seguidores en Facebook y casi 800 en Instagram. Sus dibujos se encuentran dentro de una disciplina denominada fan art y ha realizado múltiples versiones propias de personajes de videojuegos. Ha acudido varias veces a las TLP Weekend y ha tenido un estand propio en, nada menos que, la Land Party de Santa Cruz de Tenerife, a la que asistieron 56 000 personas el año pasado.
Paula relata su experiencia en pabellones cerrados y las aglomeraciones de personas que allí se forman. En consecuencia cuenta que, lo que le aporta acudir a eventos como la TLP es la visibilidad y la apertura hacia un nuevo público. Asimismo, revela que en un principio acudía a los eventos para reafirmar que lo que hacía era bueno, que agradaba al público. Sacó estas conclusiones a partir de las reacciones de la gente hacia su trabajo y así también, aprendió a escuchar las sugerencias de sus fans. “Siempre hay gente que le gusta lo que haces, te sigue y te da sugerencias. Vale la pena y compensa las horas de trabajo que hay detrás de cada evento”, añade.
En lo referente a gustos, con lo que se siente más cómoda es haciendo personajes femeninos. Además, esta es una característica que la identifica y la hace reconocible. Sin embargo, ella se define como una creadora multidisciplinar y variante, por lo que no tiene dificultad a la hora de adaptarse a proyectos de distintas temáticas.
«Siempre hay gente que le gusta lo que haces, te sigue y te da sugerencias”
Sus objetivos futuros parten de cuando terminó Ilustración en la escuela de arte de Gran Canaria. Animación fue uno de los ciclos que estaban intentando implementar por lo que se planteó la posibilidad de cursarlo. Sin embargo, detectó que había un plan de estudios anticuado y desfasado que no la satisfacía y además, escuchó varias declaraciones negativas de compañeros que lo habían cursado. La dibujante confiesa que “Animación es algo, una espinilla ahí, que habrá que explotar algún día”.
Tras este comentario, Paula subraya que no existen instituciones de aprendizaje en Canarias para especializarse en ramas artísticas, y manifiesta que le gustaría que no fuese así. “De verdad, es una lástima porque en Canarias hay mucho talento atascado”, comenta. La palabra clave, añade la ilustradora, es actualización. Existen cursos e instituciones, pero están desfasados en cuanto a las nuevas herramientas y narrativas audiovisuales. Subraya que si ella quisiera especializarse en la rama del cómic, tendría que irse fuera.
Los apoyos con los que cuenta vienen desde su círculo más cercano. La primera persona a la que nombra es su abuela que, aunque parezca una frase hecha, la considera su mayor fan. También menciona a su grupo de amigas y a su novio, al que «arrastra a todos lados» y el que pide días libres en el trabajo para acompañarla y ayudarla a acudir a los diferentes eventos.
Sobre videojuegos
Al tocar el tema de la discriminación en cuanto a la valoración que se le da a un dibujo pictórico clásico (arte convencional) y a la que se le da a las animaciones digitales de mundos fantásticos y las versiones de personajes (fan art), Paula comenta que, ciertamente la ha sufrido, aunque poco a poco van cambiando las cosas.“Si quiero exponer mis obras tengo que venir aquí, a festivales que estén sobre la temática. Un museo no lo aceptaría”, explica la dibujante. Aclara que existe más favoritismo en otros tipos de ramas artísticas. “Los profesores de la escuela, si les llevabas un cómic basado en videojuegos, se quejaban y decían que siempre hacíamos lo mismo”.
Se conmociona al decidir cuál sería su videojuego favorito y es que Paula se crió jugando a Final Fantasy. Estéticamente, dice, tenía muy buenos gráficos para la época y relata: “Fue una cosa que me inspiró muchísimo. Quería versionar a Rinoa, por ejemplo”. Cloud, de Final Fantasy, también es un personaje que le piden muchísimo. Paula explica: “Lo terminaré haciendo porque me lo piden muchísimo, pero le tengo tanto cariño y fueron tantas horas jugando que le tengo mucho respeto”.
Finalmente habla de que se dio a conocer en este mundillo cuando se decidió a versionar personajes de League of Legends. Sin embargo, ella ha querido demostrar que es una artista multidisciplinar y que se atreve con todo. Explica que “todo proyecto es un trabajo previo de muchas horas en Google”. Adaptarse a estilos es algo que nunca la ha asustado. Por ejemplo, con Coco Bandicoot, al simplificar el estilo del dibujo, no cree que le reste calidad ni que signifique que sea peor, sino que es más acorde con la personalidad del personaje. También hay casos en los que el personaje le pide ser más realista, como con Nier Automata.