El talento puede ser encontrado en cualquier lugar y en cualquier momento. Muchos lo catalogan como un don o habilidad que posee una persona, sin embargo, creemos que se trata más de una cuestión de esfuerzo y trabajo. Es fácil encontrar muchas personas talentosas a nuestro alrededor, pero, ofrecerles la consideración y apoyo que merecen, parece que nos costara un poco más.
La industria musical es un negocio muy selectivo al que solo acceden quienes, por un golpe de suerte o años de trabajo y dedicación, saltan al estrellato.
Aunque no exista una fórmula magistral para triunfar en el mundo de la música, sí existen algunos condicionantes que hacen más fácil o difícil su acceso a él. Por ejemplo, la clase social, los antecedentes familiares en la industria, los intereses económicos o, el que nos toca más de cerca, la situación geográfica. Nuestra condición de insularidad trae tantos puntos positivos como negativos. En este tema, podríamos garantizar que ser artista en Canarias supone un hándicap para el triunfo en la industria musical, pues, por lógica, no existen las mismas posibilidades de triunfar en Madrid que en Lanzarote.
Internet y las redes sociales tienen el gran poder de superar fronteras espacio-temporales, lo que supone para artistas noveles un arma con la que el gremio musical del siglo pasado no contaban. Sin embargo, hay un elemento que siempre será fundamental para la introducción y consagración en el mundo musical: el apoyo de sus fans. El público constituye un elemento clave para la formación y perpetuación de cualquier artista, un amplio y heterogéneo jurado que deben conquistar y enganchar mediante su trabajo artístico.
«Deberíamos comenzar a descubrir y escuchar a minorías artísticas canarias»
Muchas veces como público no somos conscientes de lo decisiva y fundamental que es nuestra posición y, quizás, si fuéramos más sensatos, nos volveríamos más selectivos con la música y artistas que apoyamos y seguimos.
Partiendo del precepto de que nos encontramos en un Archipiélago en el que no abundan las mismas oportunidades que en otros territorios más centralizados, deberíamos poner en práctica nuestra solidaridad y empatía y comenzar a descubrir y escuchar a minorías artísticas canarias que intentan labrarse un camino en el mundo de la música, así como continuar apoyando a aquellos que con horas de trabajo y gotas de sudor han logrado un pequeño puesto en el mundillo.
Apoyar a nuestros artistas supone apoyar nuestra cultura y arte, ayudando a visibilizarla y a internacionalizar nuestro paraíso canario. Asimismo, una cultura rica es aquella que es diversa, y eso solo se consigue mediante muchas variedades de estilos y artistas. Si traducimos todo esto al mundo económico, equivaldría a una fuente de ingresos para nuestro Archipiélago, así como de una dinamización económica en el sector del arte y la cultura.
La RAE define canariedad como «condición de canario especialmente amante de lo canario». Ese lema debería estar grabado en la mente de la ciudadanía de las Islas. Valorar y difundir nuestra cultura y estilo de vida nos enorgullece y nos arma frente al difícil mundo globalizado en el que encontrar un puesto en cualquier disciplina es una tarea prácticamente imposible. Unámonos para encontrar nuestro hueco y hacernos oír.