La exposición Paisaje sonoro, expuesta en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA), muestra el arte de los cinco sentidos, asentada sobre bases arenosas lanzaroteñas, haciendo uso de la fotografía y amenizada con una banda sonora escogida por el artista. La exhibición, que comenzó el pasado 24 de marzo, se podrá disfrutar hasta el próximo 11 de junio en un horario de 10.00 a 20.00 horas de martes a domingo.
Resulta una manifestación particular, de un giro de 360 grados si se compara con las últimas obras de Idelfonso Aguilar. Nacido en Salamanca, el pintor vuela muy joven entre las Islas Canarias. Su primer destino es Lanzarote, siendo los paisajes de esta junto a Islandia los que inspiran su obra. Luego crece y estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes en la capital tinerfeña donde se convierte en profesor.
Entrelazando la fotografía, con la música y la pintura, el paisajista consigue crear un aura que no pasa desapercibida. Parece trazar el relieve entre sus dedos, y en palabras textuales de Michel Bohbot parece que “crestas, acantilados, fallas, grietas y barranqueras nacen bajo sus manos”.
Una paleta ciertamente reducida, de colores apagados, donde triunfa el marrón y el blanco, como queriendo hacer una similitud con la arena de su tierra, capaz de despertar con exuberancia sentimientos encontrados en quien observe con detenimiento su trabajo.
La exposición cuenta con seis salas repartidas e interconectadas que abarcan piezas desde el año 2012 hasta las más recientes datadas en 2016. Una de estas habitaciones, además, está destinada a la proyección audiovisual, con un vídeo explicativo donde se puede apreciar al artista trabajando en sus cuadros. La presentación cuenta, además, con diferentes actividades: desde danza contemporánea, hasta recitales de percusión.