Tamaragua – Cuidemos nuestras playas es un proyecto de carácter medioambiental cuyo objetivo es concienciar y sensibilizar sobre la problemática de los microplásticos y sus efectos en las costas de Canarias. El plan consiste en realizar actividades de limpieza de playas, a la vez que se recoge un muestreo de microplásticos para que, posteriormente, sea analizado por especialistas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Asimismo, también se conciencia a la población a través de talleres que ayudan a cambiar sus hábitos para reducir el consumo de plástico diario.
El proyecto está organizado por la Asociación Cultural Soy Mamut y financiado por Fundación Telefónica. También cuenta con la colaboración de Precious Plastic Gran Canaria, Estudio Disolvente y la ULPGC. Loreto Felipe, representante del equipo de Precious Plastic Gran Canaria, destaca que el proyecto no busca dejar las playas de Canarias libres de microplásticos porque «sería imposible debido a que cada día siguen llegando más y más residuos a nuestras costas».
El objetivo del proyecto se basa en luchar con esta problemática de microplásticos desde la concienciación, «visibilizando una realidad de la que muchas personas nunca se han percatado», aclara Felipe. Con este plan se quiere conseguir un cambio en el estilo de vida de las personas para que modifiquen sus hábitos y lleguen a una vida más sostenible. La representante destaca que un consumo responsable del plástico diario y de su posterior reciclaje sería una solución tangible.
«Decidimos inventar una herramienta que nos permitiera tamizar y quitar los fragmentos plásticos»
Además, junto al proyecto se creó el Kit Tamaragua, un conjunto de útiles que se le proporciona al voluntariado y que sirve para realizar el muestreo. Esta metodología en las playas se hace con un metro, que mide el cuadrante de arena al muestrear; un bote de cristal, para almacenar las muestras; una báscula, para pesar los microplásticos recogidos, y el tamaragua, una herramienta para tamizar la arena.
Este último objeto fue creado específicamente para realizar este proyecto. Fue diseñado por el estudio madrileño Estudio Disolvente y la fabricación corrió por parte de la empresa canaria Precious Plastic Gran Canaria.
El nacimiento y la primera edición del proyecto llegó con la planificación de cuatro actividades realizadas entre abril de 2021 y marzo de 2022. La primera consistió en un taller online sobre microplásticos impartido por las investigadoras de la Facultad de Ciencias del Mar de la ULPGC, Alicia Herrera y May Gómez. La segunda es una actividad de campo que consistió en un muestreo en la playa, con la que el voluntariado fue partícipe del proyecto de investigación ciudadano para monitorizar la presencia de microplásticos en las costas. Participaron más de cien personas que se inscribieron en la actividad organizada por Fundación Telefónica, repartidos por toda España, sin límite de edad.
La tercera se enfocó en la publicación de material interactivo en diferentes medios para facilitar la visibilización del proyecto y sus acciones. Y la última, una charla de puesta de valor, en la que todo el voluntariado compartía entre sí sus experiencias y resultados con el proyecto. El objetivo de esta charla, a parte de compartir los pensamientos de los asistentes, fue también enseñar el análisis del impacto científico y medioambiental en la sociedad del plan de investigación, destacando los datos recogidos en la actividad dos.
Futuros planes universitarios y una nueva línea de investigación en desarrollo
Miguel Carrasco, también representante de Precious Plastic Gran Canaria y del Proyecto Tamaragua, destaca que aunque la primera edición del proyecto haya finalizado, la asociación seguirá realizando diferentes acciones durante el año 2022. Carrasco cuenta que tienen planeado una limpieza de playa con muestreo y una formación en verano y otra en Navidad «como mínimo». Además, entre futuros planes se incluye realizar alguna actividad en la esfera universitaria con estudiantes de diferentes ámbitos.
Carrasco añade que la organización está trabajando en una nueva posible línea de investigación, cuyo objetivo es la fabricación de mobiliario u otros enseres a partir del plástico recogido en playas. «De esta manera, no solo sería un proyecto de ciencia ciudadana, sino que daríamos, asimismo, una segunda vida útil a los residuos del mar», recalca.
Al mismo tiempo, Tamaragua – Cuidemos nuestras playas sigue buscando nuevas personas que se unan a la cuna del proyecto. Sus organizadores destacan que, en la actualidad, en el proyecto puede participar cualquier persona que posea un Tamaragua o que quiera realizar un muestreo y subirlo a la plataforma de la Asociación. También ofrecen otra alternativa para quien no posea la herramienta: utilizar un colador casero siguiendo las instrucciones que la organización ha facilitado en su web.