Todo sigue siendo surrealista. El mundo sometido a un caos. De ser cuerpos vagando por las calles de nuestra ciudad a ser seres enjaulados en sus respectivos hogares. Algunos solos, otros acompañados de sus familias, amigos, pareja o mascotas. Es de afortunados tener a alguien a tu lado en estos momentos, ¿sabes? Una persona que te ayude a subir del foso de la tristeza para salir a la superficie de la felicidad. Un abrazo que te cure el alma, una sonrisa que te alegre esos días grises que por desgracia todos hemos tenido o estamos teniendo.
Pero poco se habla del valor de un te quiero en estos tiempos que corren. Antes se solía decir por decir. La respuesta a un gesto bonito, a un beso, a un abrazo. Sin embargo, al tropezarte con la piedra de la soledad y la distancia social, abunda la importancia de escuchar esas dos palabras usadas con frecuencia sin sentirlas de verdad. Es necesario transmitirle a la otra persona que la quieres. Ya sea tu amigo, familiar o pareja.
Los seres humanos somos pasionales. Nos guiamos por nuestros sentimientos. Dar y recibir gestos de cariño brindan ese apoyo emocional que tanto necesitamos. Quizás para uno no es tan importante que le digan te quiero, pero a otra, tal vez, le pueda llegar al alma. La importancia del vínculo afectivo y su calidad determinará muchas conductas en nuestro futuro, estableciendo conexiones más profundas.
Es esencial decir te quiero a una persona cuando se le tiene aprecio. No esperes hasta mañana, díselo. Te quiero.